Al efecto, explicó que para esta semana se esperan lluvias importantes, por lo que luego empezará la siembra del rubro afectada por la sequía.
“El rubro que está sufriendo muchísimo con este calor es el trigo”, dijo Mayeregger. El representante del MAG aclaró que esto no acarreará atrasos ni pérdidas en el sector. “Más bien sería para proteger sus plantaciones”, reiteró.
FENÓMENO EL NIÑO
Por otro lado, con respecto al fenómeno “El Niño”, en un informe sobre la perspectiva agroclimática del Paraguay para la campaña agrícola 2012-2013, elaborado por el Eduardo Sierra (especialista en agroclimatología) señala que disminuye el panorama optimista que había para la producción agrícola y el giro que dará al fenómeno hacia el Chaco podría causar complicaciones en la principal zona agrícola del país que es la región oriental.
El Ing. Luis Cubilla, asesor agrícola de la Cámara Paraguaya de Exportadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco), manifestó que la situación es bien complicada, ya que “El Niño” se fue girando paulatinamente hacia la región occidental. “La Región Oriental centro, sur y sureste se ve más afectada por los cortos periodos de lluvias, también la posibilidad de granizadas y largos días de intenso calor, que bordean los 40 grados desde diciembre hasta finales de febrero”, expresó. Destacó que se pueden dar una disminución de la productividad agrícola en algunas regiones y que pueden aparecer problemas de enfermedades y malezas.
RIESGOS
El último informe sobre la perspectiva agroclimática del Paraguay refiere que aunque en principio el desarrollo de un episodio de “El Niño” augura buenas condiciones climáticas para la campaña agrícola 2012/2013, hay una serie de riesgos que habrá que tener en cuenta.
Entre ellos se encuentra una irregularidad en el régimen hídrico, que alternará lapsos con precipitaciones intensas con lapsos secos prolongados; fuertes oscilaciones térmicas que combinarán periodos extremadamente calurosos con cortas, pero intensas entradas de aire frío; riesgo de tormentas localizadas severas, con aguaceros torrenciales, granizo y vientos; riesgo de desbordes de ríos y arroyos, con anegamiento de zonas bajas; condiciones conducentes para malezas, plagas y enfermedades; y una reducción de la ventaja climática, apta para la realización de labores de campo, transporte, almacenaje, etc.
Fuente: lanacion.com.py
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