La UE aprueba una nueva lista de sustancias aromatizantes que se pueden usar en los alimentos con el fin de reforzar la seguridad de los consumidores
El próximo 22 de octubre entrará en vigor la nueva lista de sustancias aromatizantes permitidas en la Unión Europea. Se incluyen en este nuevo listado unas 2.500, consideradas aptas para los alimentos sin que supongan un riesgo para la seguridad de los consumidores. Los aromas se añaden a los alimentos para darles olor y sabor, sobre todo en bebidas, confitería, cereales, pasteles y yogures. Con la nueva legislación, el objetivo es mejorar la transparencia de la información para que los consumidores sepan con exactitud las sustancias que se pueden usar en los alimentos. En este artículo se detalla cómo se autorizan los aromatizantes, los diferentes tipos según la legislación y su evaluación.
La nueva base de datos sirve como herramienta de información sobre las sustancias aromatizantes aprobadas para su empleo en los alimentos en la UE e incluye las condiciones de uso. También contiene las sustancias aromatizantes que, a día de hoy, se pueden introducir en el mercado hasta la evaluación de los riesgos y procedimientos de autorización. Además de las 2.500 sustancias aromatizantes autorizadas, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) evalúa otras 400.
Cómo se autorizan los aromatizantes
La medida europea engloba dos tipos de reglamento: uno incluye la lista de sustancias que pueden usarse en alimentos y se aplicará a partir del 22 de abril de 2013, para dar tiempo a que la industria se adapte a las nuevas condiciones; el otro reglamento, de aplicación a partir del 22 de octubre de 2012, se refiere a medidas transitorias para aromas obtenidos a partir de fuentes no alimentarias.
Las sustancias aromatizantes se añaden a los alimentos para modificar el olor o sabor
Sustancias aromatizantes, aromas de humo, precursores del sabor o aromatizantes de proceso térmico son algunos de los aromas que define la legislación comunitaria al referirse a los aromas. Estas sustancias solo pueden utilizarse siempre y cuando no supongan un riesgo para la salud y cuando su uso no induzca a error. Desde 2008, se exige a los países europeos que cumplan con los requerimientos recogidos en la normativa.
Debe tenerse en cuenta que los aromas no están destinados a consumirse de forma independiente, sino que se añaden a los alimentos para modificar el olor o el sabor. En la mayoría de los casos, las cantidades añadidas son muy pequeñas, por lo tanto, su exposición es baja.
Tipos de aromatizantes
Con una larga historia detrás, los aromatizantes se empezaron a usar en bebidas gaseosas, golosinas o cereales. Según la legislación europea, los sabores que aportan se dividen en seis categorías:
Sustancias aromatizantes. Tienen propiedades aromatizantes como las usadas en bebidas cítricas.
Preparaciones aromatizantes. De procedencia natural (vegetal o animal), pueden ser aceite de naranja o extracto de vainilla.
Aromatizantes de proceso térmico. Se obtienen a partir de procesos de calentamiento de una mezcla de aminoácidos y azúcar reductor. Se emplean para dar sabor a caldos, sopas instantáneas o salsas.
Aromas de humo. Proceden del fraccionamiento y purificación de humo condensado. Dan sabor ahumado a alimentos como carne o pescado.
Precursores del sabor. Hidratos de carbono y aminoácidos que se añaden a los alimentos.
Otros aromas que no entran en ninguna categoría, como éter de ron.
Los aromatizantes que no consten en la lista no podrán utilizarse. Los incluidos cuentan con la evaluación del Comité Científico de Alimentos (SCF), el Consejo de Europa, el Programa Conjunto FAO/OMS de Expertos en Aditivos Alimentarios (JECFA) y la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).
CÓMO SE EVALÚAN LOS AROMATIZANTES
Para evaluar la seguridad de las sustancias aromatizantes, la EFSA examina factores como los niveles de ingesta, la absorción, el metabolismo y la toxicidad de cada una de ellas. Puede ocurrir que se identifiquen lagunas en algunos de los datos (toxicidad o exposición), tras lo cual se pueden solicitar datos adicionales. Solo las sustancias que figuren en la legislación de la UE podrán añadirse a los alimentos. Tras la evaluación, y si esta es positiva, se le asigna a la sustancia un número de identificación con las siglas FL (FLAVIS).
El proceso por el cual una sustancia se evalúa empieza tras recibir una solicitud de una parte interesada, como el productor del aroma. Después de que la EFSA emita su dictamen, la Comisión Europea prepara una propuesta para la posible autorización y la somete a votación por parte del Comité Permanente de la Cadena Alimentaria y de Sanidad Animal. Si apoyan la propuesta, esta se presenta al Consejo y al Parlamento Europeo. En este trámite, la propuesta puede rechazarse por considerar que no se ajusta a las condiciones de uso que establece la legislación europea.
Fuente: consumer
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