Tras haber sido superada por Paraguay y México, un nuevo país podría desplazar a la Argentina del décimo puesto en el ránking de exportadores de carnes bovinas que elabora el USDA: Nicaragua.
“El que nos está amenazando ya no es Paraguay, es Nicaragua”, aseguró el analista del sector ganadero Ignacio Iriarte en declaraciones al programa de radio AgroVA (Radio Palermo, FM 94,7).
“Nos estamos cayendo a una velocidad tan grande que ya estamos peleando los puestos alrededor del número 11 o 12 con Nicaragua”, agregó.
Según las últimas proyecciones del USDA (fines de abril), la Argentina ocupará en 2013 el décimo puesto entre los exportadores de carnes bovinas del mundo, con ventas por 180 mil toneladas peso carcaza.
De este modo, nuestro país, que en 2009 ocupó el cuarto lugar con 621 mil toneladas, no solo quedó muy lejos de la India (1,7 millones de toneladas), Brasil (1,6 millones), Australia (1,46 millones) y Estados Unidos (1,1 millones); sino que fue superado por naciones con menor tradición ganadera como Paraguay (275 mil toneladas) y México (225 mil tonadas).
En cuanto al crecimiento de Nicaragua, Iriarte aseguró que “el Gobierno de izquierda Sandinista descubrió rápidamente que la carne podría ser una fuete de divisas y de riqueza extraordinaria”. De este modo, en 2011 “las exportaciones de carne bovina fueron superiores al oro y al cafe. Fue el rubro número uno (en las colocaciones del país centroamericano)”, agregó.
Según los datos difundidos por el especialista en la publicación Informe Ganadero, en 2006 Nicaragua exportó carne vacuna por U$S 148 millones. En tanto, en 2012 las ventas nicaragüenses fueron de U$S 600 millones “aprovechando su estatus de país libre de aftosa sin vacunación”.
El contexto global
Para Iriarte, “todos los países que tiene carne están aprovechando este momento extraordinario en el comercio internacional en volumen y precios”.
“El mercado mundial de carne está tomando hace mucho tiempo un cariz de que la demanda supera totalmente a la oferta y es una oportunidad extraordinaria para el que tiene carne para venderla”, agregó en la entrevista radial.
Sin embargo, la Argentina continúa limitándose en los mercados. Iriarte recordó que hace dos años, cuando en la Argentina se realizó el Congreso Mundial de Carne de la OPIC, los especialistas afirmaron que “la Argentina destruyó su ganadería justo en el momento más brillante de los últimos cincuenta años del comercio mundial de carnes. Sólo comparable con los 50 años que están por venir”.
Con respecto a la posibilidad que tendrá el país volver a ser un fuerte jugador en el comercio mundial, Iriarte aseguró que puede retornar pero “con algunas limitaciones”.
“La Argentina cambió los sistemas productivos dramáticamente y hay 40% menos novillos que hace siete años. Y lo que exporta la industria son novillos; no exporta terneritos, ni vaquillas ni novillitos, ninguna de esas categorías tipo pony que hacemos para el mercado interno”, explicó.
Sin embargo, destacó que “lo que es muy impresionante es que la imagen de la carne argentina, pese a estar ausente del mercado internacional, es cada vez más alta”.
En ese sentido Iriarte señaló que “la Argentina tiene algo más potente que una marca: una imagen. que es imposible de deshacerse. Hace más de un siglo que la idea en el subconsciente colectivo de millones de consumidores en casi todo el mundo es que la mejor carne del mundo es la Argentina”.
Por ese motivo, para Iriarte “si la Argentina quiere volver va a volver pero pagando los costos de la destrucción en la industria y en el stock ganadero”.
En ese sentido, resaltó a la “barata” (la obligación que tienen los exportadores de de colocar en el mercado interno cortes de carnes a precios por debajo de los de mercado) como una de las principales cargas para la industria exportadora.
“La sumatoria de “barata”, más tipo de cambio atrasado, más retenciones da este cóctel explosivo que hace que este año, por quinto ciclo consecutivo, no vamos a cumplir la cuota Hilton pero con un volumen tremendo: dejamos 10 mil toneladas de los cortes más finos, más caros del mundo sin cumplir”, aseveró.
Malas noticias
En cuanto a los precios de la hacienda señaló que el productor “no puede esperar nada bueno” porque se está ofertando en el mercado una cantidad creciente de carne. “La faena de los cuatro primeros meses del año está un 13% arriba (con respecto a 2012)” suba que calificó como “de una magnitud tremenda”.
“Esa mayor producción de carne no encuentra la salida exportadora y se tiene que vender toda en el mercado interno”, afirmó, destacando que el consumo “te absorbe todo lo que le tiras pero exige bajas de precios”
Fuente: Agromeat
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