Los expertos informaron que, en un futuro, podrán curar enfermedades a muy bajo costo
Las primeras nueve ovejas transgénicas del país y Sudamérica nacieron hace seis meses en el campo del Instituto de Reproducción Animal Uruguay. Fueron investigadores de esta organización sin fines de lucro sumados a la Unidad de Animales Transgénicos y de Experimentación del Instituto Pasteur de Montevideo, quienes alcanzaron este logro biomédico de alcance internacional tras dos años de trabajo.
Aunque el término “transgénico” está cargado de mitos sobre animales al mejor estilo centauro, la realidad es que se trata de una técnica compleja y costosa orientada a la cura de enfermedades en todas las especies, incluyendo los humanos.
“A partir del desarrollo de la transgénesis en animales se ha avanzado en la búsqueda de alternativas aplicables a la medicina, porque ya hay algunos ejemplos en el mundo de animales que producen en su leche proteínas de interés farmacéutico, como puede ser la insulina”, dijo Alejo Menchaca, veterinario fundador de IRAUy que dirigió el estudio junto con Martina Crispo, también veterinaria y encargada de la mencionada unidad del IPM.
Menchaca explicó: “Lo que se hace es tomar un gen de interés, por ejemplo, el encargado de la producción de hormona de crecimiento en el ser humano. El mismo se le agrega a un embrión de una vaca, oveja o cabra, y ese animal lo incorpora en su ADN. En un futuro, el ternero, cordero o cabrito hembra va a producir en su leche esa hormona de crecimiento”.
Después de ordeñar al animal, continuó el veterinario, se somete a la leche a un complejo proceso por el cual se aísla la proteína y se elabora el medicamento que después consumirá la persona con enfermedades endócrinas provocadas por la ausencia de la hormona de crecimiento.
Siguiendo con el ejemplo, este tratamiento que el avance uruguayo vuelve económicamente accesible, es el que hace más de una década llevó a Lionel Messi a emigrar a Europa con solo 13 años porque en Argentina los clubes no podían pagarle los gastos de su enfermedad. En breve no sería necesario ser el mejor jugador del mundo para recibir hormonas de crecimiento.
Según los investigadores, “hay otros ejemplos de medicamentos de alto costo que con la producción de leche de dos o tres ovejas, cabras o vacas darían respuesta a la necesidad de toda la población mundial que padece la enfermedad”. El potencial es revolucionario.
fuente: on24
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