Hortalizas minis, hojas de ensalada, kiwi y otras frutas "alternativas" y tropicales refuerzan a España como la huerta de Europea, con una oferta creciente de producciones diversificadas, amplias en el calendario y con menos competidores.
Para el director del Servicio Técnico Agroalimentario y Cooperativo de Cajamar, Roberto García Torrente, España puede crecer como potencia hortofrutícola, pero necesita diversificar más.
Como ejemplo, ha indicado que la Comunidad Valenciana "debe seguir pensando" en cítricos, que han sido "su santo y seña" y la tradicional fuente de divisas, pero también puede introducir kakis, granados, kiwi, nísperos o aguacates.
En su opinión, debe tenderse hacia explotaciones más grandes -al menos 20-25 hectáreas, más intensivas y con variedades más tempranas-, a agrupar la gestión y venta de los minifundios -con cooperativas u organizaciones de productores- y a apostar por la agroindustria, como la elaboración de zumos y IV y V gama.
El director de la Fundación Ruralcaja Valencia, Carlos Baixauli, ha asegurado que esta Comunidad depende demasiado de los cítricos pero que, después de tres años seguidos con precios bajos, se necesita diversificar -ha expandido el kaki- para evitar el abandono del campo, un problema "económico y medioambiental".
Baixauli ha resaltado las oportunidades del kiwi, del que ya se han realizado algunas plantaciones pese a la difícil adaptación climática, con un consumo de dos kilos por persona y año de esta fruta en España, un mercado copado ahora por Nueva Zelanda.
Lograr alta productividad y máxima calidad deben ser apuestas de los productores de kiwi, pese a que tienen que hacer frente a una inversión elevada para poner en marcha los invernaderos y la amenaza de la bacteria "PSA" que arrasa las plantaciones.
Ha añadido que puede crecer mucho el consumo de granadas a raíz de descubrirse el potente poder antioxidante de sus zumos y granos, de forma que se abren oportunidades para este cultivo -emblemático ahora en Alicante- y para los aguacates y los paraguayos.
Este último se consolida en Cataluña, que cuenta con 3.700 hectáreas (unas 47.000 t en 2012), tras un fuerte incremento del 41 % interanual, según resalta la Federació de Cooperatives Agráries.
El arándano ha ganado terreno en Huelva -principal epicentro productor español- y está muy presente ya en Asturias o Cantabria.
Fuentes de la firma Campoberry (Güemes, Cantabria) han planteado que "el futuro se ve muy bueno, con perspectivas de crecimiento importantes", hasta el punto de que en los próximos dos o tres años quieren ampliar de 10 hasta 100 las hectáreas para atender a una creciente demanda en todos los países europeos.
"Nuestra perspectiva es llegar a exportar entre 300.000 y 400.000 kilos al año", han precisado las mismas fuentes.
En Almería, han tenido éxito comercializadoras de "bocados" u hortalizas "minis" -pepinos, tomates (como los cherry" y baby), pimientos, calabacines o sandías- como Agromullor, Canalex, Ejidomar o Nature Choice, y también se ha introducido bien la fresa en los invernaderos (Unica Group), según Coexphal.
La agricultura murciana, por su parte, se ha caracterizado precisamente por su diversificación en los últimos años, y según el presidente de la Federación de Cooperativas Agrarias de la Región (Fecoam), Santiago Martínez Gabaldón, se producen hasta 7 u 8 variedades de lechuga, kaki, cereza, albaricoque y cítricos -naranjas, limones o pomelos-, entre muchos otros.
Fuente: EFE
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