El cultivo de microalgas a gran escala es un área de investigación enfocada a la producción de biocombustibles, al tratarse de una técnica de alta eficiencia que no requiere de suelo fértil ni de agua potable.
No obstante, a pesar de tratarse de un tipo de cultivo ideal para fines energéticos, las microalgas ven bloqueado su desarrollo como una actividad productiva por la dificultad del desarrollo de sistemas de cultivo masivos, viables y sostenibles, según indica en una entrevista a Efe el ingeniero de Obras Públicas y especialista en Energías Renovables, David Rodríguez.
Una alternativa desde la que se podría abordar de forma innovadora este problema tiene que ver con el diseño de sistemas de producción compatibles con el uso de espacios marginales, como por ejemplo tejados de naves industriales, y la vinculación del cultivo de microalgas al uso directo de las energías renovables.
El diseño de sistemas de alta eficiencia y bajo coste para la producción intensiva de microalgas, llamados fotobiorreactores, es el primer paso para su utilización industrial y para la producción de biocombustibles de segunda generación.
Así lo asegura el experto, quien por una beca concedida por la Fundación DISA y el Instituto Tecnológico de Canarias (ITC) investiga el cultivo de algas con fotobiorreactores para obtener cosechas más eficientes que permitan que el biocombustible obtenido sea más competitivo frente a otras energías.
Según el ingeniero, con los sistemas de cultivo más utilizados, basados en piscinas al aire libre, se necesitan un mínimo de 30 hectáreas para generar un volumen de biomasa considerable.
Con este tipo de cultivos, llamados "raceways", no se alcanzaría el objetivo de producir biocombustibles a base de algas, sin embargo, con el empleo de fotobiorreactores, se da un paso esencial, ya que el potencial de las algas es del orden de 30 veces más que cualquier otro cultivo energético.
Los sistemas de cultivo que utilizan los fotobiorreactores son capaces de producir diez veces más de biomasa por litro que con la técnica tradicional y sólo con 10 hectáreas de este cultivo se pueden conseguir óptimos volúmenes de biomasa.
El inconveniente está en su coste, que según el experto es elevado, lo que hace necesaria su investigación para diseñar fotobiorreactores aún más productivos y de bajo coste.
El objetivo es alcanzar producciones importantes de microalgas y pasar de 0,1 gramos de litro a un gramo el litro, añade David Rodríguez, quien explica que aunque en España no se producen biocombustibles a partir de microalgas, si se desarrollan y mejoran los fotobiorreactores, Canarias podría convertirse en el centro de producción de este tipo de biomasa al encontrarse en una de las regiones climáticas con mayor potencial de producción.
"Lo que diferencia a Canarias de Europa es el clima estable, por lo que se trata de un buen lugar para cultivo de algas", destaca el ingeniero, quien considera que con la utilización de nuevos fotobiorreactores se daría un paso un paso importante, pues podría bajar el coste generación y hacer este combustible más competitivo en relación con el petróleo.
Fuente: canarias7
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