Estados Unidos importó 2.3 millones de animales vivos de la especie bovina en el 2012, 8.5% más que en el 2011, según el United States International Trade Commission (USITC). De este volumen comercializado, México aportó 65% de los animales.
Si bien, las exportaciones mexicanas de ganado bovino representan un número importante para Estados Unidos, el crecimiento del volumen exportado fue sólo 4.4% mayor que en el 2011. Es decir, las exportaciones mexicanas crecieron a un menor ritmo que las importaciones de Estados Unidos.
En promedio, entre el 2008 y el 2012, 99.1% de las exportaciones mexicanas de ganado bovino en pie tuvo como destino Estados Unidos, según datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa).
La ubicación geográfica de México genera una ventaja competitiva para el país; principalmente para los estados del norte, los cuales se han visto beneficiados por las exportaciones que en el 2012 generaron ingresos por 665.1 millones de dólares.
Si bien el ganado vivo se comercializa durante todo el año, es importante mencionar que las exportaciones de ganado vivo presentan una estacionalidad caracterizada por cuatro fases: mayor volumen entre los meses de febrero a mayo, así como entre octubre y noviembre; mientras que menores exportaciones entre diciembre y enero, así como de junio a septiembre.
Cabe destacar que el comercio internacional de animales vivos requiere de puntos de cuarentena ubicados cerca de la frontera del país exportador o del importador, en dichas instalaciones se revisan las características del ganado, principalmente peso, fisiología y ausencia de virus o enfermedades que pongan en riesgo al país importador, su población y fauna.
En el caso de México, la frontera compartida con Estados Unidos facilita las revisiones y trámites para la exportación del ganado, situación que explica la proporción de las exportaciones ganaderas mexicanas en el comercio de Estados Unidos.
La inversión en instalaciones de cuarentena con mayor equipamiento y tecnología facilita las inspecciones y reduce el tiempo de espera o trámite para los exportadores ganaderos; asimismo, contribuye a reducir los costos de exportación derivados del tiempo de espera, estrés y muerte de los animales.
Entre otros beneficios, también se pueden mencionar el incremento en la calidad del ganado y su trazabilidad, aspectos que generan mayor valor agregado en países como Estados Unidos.
*Luis Daniel Núñez Guzmán es especialista de la Subdirección de Diseño de Programas en FIRA. La opinión es responsabilidad del autor y no necesariamente coincide con el punto de vista oficial de FIRA.
Fuente: eleconomista.com.mx
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