Productores de ganado menor son los que han resultado más afectados por la agobiante sequía que se vive en la entidad, además de enfrentar el problema del precio pues para muchos de los ganaderos de especies como el ovino y cabrito se les liquida a bajos costos y por consiguiente no les resulta redituable en ocasiones esta actividad,
El Dirigente de la Asociación de Ovinocultores en la entidad, Fernando Saldaña Castañeda, quien destacó que actualmente dentro de esta organización tiene un inventario bajo de este ganado, y estimó que en el último año esta actividad se ha resentido en un 20 por ciento, lo que propicia que sus compañeros vivan una situación crítica.
En este periodo de sequía, señala, que las pérdidas económicas podrían alcanzar arriba de los 30 millones de pesos, pues se esperan pérdidas en ovinos por la falta de agua y alimento.
Localidades rurales como Miquihuana y Bustamante tienen ejidos donde no han caído lluvias desde hace diez meses y los productores tienen que acarrearla desde una distancia entre 10 y 15 kilómetros para subsistir.
Otro de los problemas a los que enfrentan es el famoso “coyotaje” porque este tipo de ganado menor no cuenta con un mercado asegurado, y los productores reciben por sus animales precios injustos.
Por ejemplo en las tiendas de autoservicio de las grandes ciudades se puede ver el kilo de esta especie de ganado congelado entre los 140 pesos y un animal entero lo venden arriba de los 700 pesos, cuando a los productores les pagan una miseria.
Por último dice tener confianza en que el gobernador Egidio Torre Cantú escuche la problemática que atraviesan actualmente y busque impulsar la producción de este tipo de ganado, porque el objetivo principal que se busca es abrir mercados mejor pagados y el mejoramiento de la genética.
Fuente: lacapital.com.mx
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