Autoridades planean expandir la industria a la vez que entregarán nuevos puestos de trabajo
Pobreza, marginación y abandono del campo son algunos de los problemas que debe enfrentar la industria agrícola mexicana. No obstante, representantes de productores y agroindustriales de frutilla de clase mundial, se reunieron con Enrique Martínez y Martínez, Secretario de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) de México para potenciar nuevos proyectos que acaben con estas problemáticas en el país.
En el caso de los berries, México produce entre 80 mil y 100 mil empleos –directos e indirectos- principalmente en las localidades de Jalisco y Michoacán. Asimismo, la industria de berries poco a poco se abre paso en los mercados internacionales, considerando que existen avances significativos en los protocolos de sanidad con China.
Y es que la alta demanda de frutillas, frambuesas, moras y arándanos ha llevado a los productores y agroindustriales de distintos países a desarrollar proyectos de expansión de cultivos, disminuyendo de paso los índices de cesantía y el abandono del campo.
De este modo, empresas tanto nacionales como internacionales han decidido invertir en México, haciendo de éste uno de los principales países productores de frutillas, cultivo que genera importantes divisas y empleos.
A raíz de lo anterior, la SAGARPA pretende desarrollar alianzas estratégicas con pequeños productores para así diversificar los cultivos e impulsar pequeñas unidades de producción, las que se traducirán en la generación de nuevos empleos.
El caso de las frutillas se presenta como el de mayor potencial, considerando la alta demanda internacional, sobre todo del mercado asiático. Así, el principal objetivo ahora es ampliar la superficie de estos cultivos, con planes para su producción durante todo el año. Todo esto mediante la aplicación de tecnología, mayores esquemas fitosanitarios y de inocuidad, la capacitación de productores de tercera generación y el aprovechamiento del clima en determinadas zonas del país.
Ya se ha considerado implementar planes de adaptación de tierras, riego tecnificado, invernaderos, mejoramiento de semillas, entre otros en las regiones de Morelia y Pátzcuaro en Michoacán; Valle de San Quintín, en Baja California, además de Nayarit y Puebla.
Cabe señalar que actualmente se cultivan 5 mil hectáreas de berries en Michoacán, Jalisco, Baja California y Colima, producción que alcanza los US$550 millones, por lo que pretenden llegar a las 10 mil hectáreas y duplicar las ganancias en un plazo de cinco años.
Durante la primera etapa, se incrementará en dos mil hectáreas la superficie de frutillas en Michoacán, Jalisco y Baja California, lo que generará un total de 15 mil empleos.
Por otro lado, se acordó actualizar las leyes y normas de propiedad intelectual de las variedades de plantas con la intención de proteger la innovación tecnológica y el mejoramiento genético.
Hasta el momento, representantes de Driscoll’s México, Berrymex y la Asociación Nacional de Exportadores de Berries (Anaberries) manifestaron su interés por participar en la iniciativa y contribuir en los planes de trabajo del Gobierno y las regiones con alto potencial productivo, posicionando de mejor forma a México en el extranjero.
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