Tabasco es uno de los estados en los que desde hace más de 3 mil año se siembra - e incluso se venera- el maíz como parte de un legado heredado por la cultura Maya. Sin embargo, debido a un fenómeno tan complejo como la globalización, ese importante grano cada vez se cultiva menos de manera tradicional, sustituyendo su producción local por importaciones de otros países, destacó el investigador de El Colegio de la Frontera Sur, Ramón Mariaca Méndez.
Junto a Quintana Roo, Yucatán, Campeche y Chiapas, la entidad tabasqueña ha ido perdiendo los conocimientos ancestrales mediante los que se cultivaba el maíz. Recordó que los Mayas hicieron de esa importante fuente de alimentos, toda una deidad, algo que aún se conserva de manera marcada en comunidades chiapanecas como San Juan Chamula, en tanto que el resto de la región se ha perdido por completo.
"Tenemos la fortuna de que toda la geografía del sur de México somos descendientes de una cultura que tiene tres mil años o más de antigüedad, que a diferencia de las del altiplano no fue rota, aún permanece viva y el maíz es quien articula toda esa forma de ver el mundo", expresó.
En ese sentido, remarcó la importancia de rescatar y conservar estas formas de siembra en los campos, en los huertos o solares que fueron por muchos siglos, la forma de subsistencia de poblaciones enteras; "tenemos que recuperar los conocimientos ancestrales que son nuestra riqueza" dijo.
El también profesor de la Universidad Intercultural de Tabasco, señaló a la globalización como el principal factor responsable de que cada vez menos, en México se busque el rescate al campo, sobre todo en lo concerniente a las tradiciones de los pueblos indígenas.
La economía globalizada que prevalece en la actualidad, es uno de los principales enemigos de los cultivos tradicionales del maíz en la región maya del país, lo que ocasiona que los grandes molineros de México prefieran grano de "mejor calidad" proveniente del extranjero, consideró.
Nuestro país - continuó - ha buscado importar más de lo que genera, lo que ha contribuido a que las nuevas generaciones tengan un desconocimiento de los sistemas de producción y las costumbres ancestrales del cultivo del maíz y de otras semillas, que son importantes para la subsistencia de las comunidades.
Con respecto a la entidad, el también miembro del Sistema Nacional de Investigadores aseveró que con la llegada del Plan Chontalpa y su influencia modernizadora, los tabasqueños vivieron el cambio del uso de la coa en la siembra a la implementación del tractor en los cultivos sin haber tenido una evolución agrícola, y con la llegada de la industria petrolera a Tabasco, la gente del campo terminó por salir.
Por ello, desde este año comenzó a trabajar con campesinos de la zona de Oxolotán, Tacotalpa con quienes realiza un taller de capacitación técnica, desarrollo humano y gestión, con la finalidad de instruir a los productores locales para que pueda tener todos los elementos para contactar a las instancias de gobierno pertinentes y gestionar apoyos que permitan el desarrollo conjunto del campo.
"Se perdió el sentido del ritual que nuestros ancestros realizaban en el cultivo de los productos de la región, aunque muchas de esas prácticas quedan presentes, la gente no tiene clara su concepción, por ejemplo el seguimiento de las fases de la luna, el uso de trapo rojo para proteger los cultivos, el cuereo de los árboles que no quieren producir y mucho del conocimiento asociado a la naturaleza", puntualizó.
Fuente: El Heraldo de Tabasco
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