AGRO 2.0 MÉXICO: La producción de jícama, actividad redituable en la montaña mixteca de Ayutla

Campesinos de la montaña mixteca de Ayutla, encuentran en la siembra de la jícama, una fuente de ingresos para sostener sus familias y entrevistados por este medio señalaron que se dedican a esta siembra porque no genera muchos gastos.

Indígenas de Ayutla afirmaron que desde hace muchos años se dedican a sembrar y vender jícamas, porque en comparación con otros productos como el maíz, a éste no necesitan invertirle dinero para su siembra.

“La jícama se siembra en los meses de junio y julio, cuando es temporada de mucha lluvia, ya que para que pueda darse se necesita mucha agua, no se le pone abono, sólo se deshierba después de que se siembra para que crezca bien”, dijo el campesino Hilario Narciso.

También dijo que siembra dos tipos de jícamas: “Hay dos tipos de jícamas, las de leche y las de agua; las de agua son chiquitas, las jícamas de piñata que se dice, y no son muy dulces. La jícamas de leche son grandes y su jugo parece leche, por eso se llama así, y esas sí son dulces.”

Agregó que para sembrar jícama sólo se necesita limpiar la tierra (ararla) y en los surcos se va sembrando a dos centímetros de profundidad las semillas de jícama de agua y de leche, dejando aproximadamente (una cuarta) 25 centímetros de separación, para que la jícama, si es grande pueda crecer y de 5 a 7 centímetros si se siembra la jícama de agua o jícama de piñata; explicó que una vez realizada la siembra se debe procurar de agua, se le va quitando la hierba y las flores para que la planta pueda desarrollarse y esperar al mes de octubre y noviembre para empezar a cosechar.

“Se empieza a sacar (cosechar) desde el mes de octubre, noviembre y diciembre; estos dos últimos meses es cuando más se vende porque en noviembre la ponen en los altares de día de muertos y en diciembre para la piñatas, no es cara, porque cuando se cosecha siempre se dan muchas y la gente también no la paga a más de un peso por jícama.”

Cabe destacar que los indígenas de Ayutla comercializan sus productos en otros municipios, con el propósito de tener más ganancias, además de que este producto tiene un tiempo de duración considerable.

“Para poder ganar un poco más, llenamos los costales y nos vamos a vender por las calles a otros pueblos, y allá se puede dar un poco más caro, porque no la siembran. Vamos a Cruz Grande a San Marcos, y a veces hasta Acapulco. La jícama no se daña luego, sólo la debemos de tener en la sombra y no limpiarle bien la tierra para que no pierda el sabor, hay quienes la meten en agua para que no se marchite, pero así pierde su sabor, se va limpiando conforme se va vendiendo para que esté fresca”, dijo Hilario Narciso.

Este tipo de comercialización de productos como el aguacate, nísperos, caña de azúcar, cacao, flores silvestres entre otros, provenientes de la montaña Na Savi en Ayutla se da ante la falta de proyectos que permitan desarrollar estas actividades para generar más fuentes de empleo y por ende de ingresos.

Me gusta

A 0 miembros les ha gustado esto