Hoy día, uno de los temas de interés es el determinar el impacto de las nuevas tecnologías en el desarrollo y sustentabilidad de la economía en la agricultura, sobre todo en aquellos cultivos que se consideran básicos para la alimentación de la población, ya sea por el consumo y su aporte nutricional y/o por la tradición culinaria de la población.
Un caso particular es el de los chiles. Para los mexicanos, el chile no es un ingrediente más de la comida, es un símbolo de identidad regional y nacional. A nivel regional, el chile habanero es un excelente ejemplo, ya que, cuando se habla de este picante inmediatamente ubica en la mente de cualquier interlocutor, a la Península de Yucatán; este chile, no sólo se utiliza como ingrediente tradicional de la comida yucateca, sino que también es utilizado en la industria alimentaria y farmacéutica.
Sin embargo, este cultivo no está exento de problemas para la obtención de un buen rendimiento y fruta de buena calidad. En la zona, el cultivo puede producirse en suelo pedregoso (afloramiento rocoso de hasta el 70%) o mecanizable, al menos tres ambientes climáticos y es atacado por no menos de una docena de plagas y enfermedades; todos estos factores, si no se manejan adecuadamente pueden afectar drásticamente su rendimiento y calidad. Una de las formas más económicas y duraderas para dar respuesta a estas necesidades es el uso de materiales o variedades que se adapten a las condiciones descritas y/o sean resistentes a diferentes plagas y enfermedades, que permitan tener mayor producción y de esta manera satisfacer la demanda que actualmente tiene este fruto.
Sin embargo, el chile habanero es una especie poco estudiada. La mayoría de los trabajos realizados en este género se han enfocado al estudio de la tecnología de producción en campo.
La aplicación de la transformación genética de plantas podría ayudar, en parte, a superar algunos de estos problemas. Para lograrlo se requiere el desarrollo de técnicas eficientes para transferir genes a células de plantas y para la regeneración de plantas completas a partir de células transformadas. Sin embargo, los avances en esta área han sido limitados, puesto que esta planta pertenece a un género, Capsicum, que ha mostrado dificultad para regenerar plantas bajo condiciones in vitro, lo cual impide aplicar las técnicas de ADN recombinante para obtener plantas genéticamente transformadas que sean resistentes a pestes y enfermedades, al menos partiendo de otras especies del mismo género o de la misma especie.
No obstante, los trabajos para comprender algunos procesos biológicos de esta especie de Chile se han iniciado hace poco más de una década, por instituciones como el CICY, CINVESTAV, ITM e INIFAP principalmente; entre los avances que se pueden destacar se encuentran los temas sobre: estudios de regeneración de plantas vía organogénesis; cultivo in vitro mediante la inhibición de los efectos de etileno en chile habanero; identificación de germoplasma resistente a dos begomovirus transmitidos por mosca blanca y a un hongo, y la identificación de los genes que confieren esta resistencia; huella genética de la variedad Mayapán; expresión genética diferencial en condiciones de estrés; desarrollo de un perfil de genes que se expresan durante una infección con uno o dos begomovirus, y la aplicación de herramientas moleculares para el estudio y caracterización de patógenos que atacan al cultivo.
Autor: Dr. Raúl Díaz Plaza (INIFAP)
Fuente: freshplaza
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