AGRO 2.0 Los productores españoles de sandía esperan que los precios sean mejores

Los productores de sandía en invernadero están expectantes ante los resultados de la campaña de sandía actual, esperando que los precios sean mejores que los conseguidos en 2012, año en que la sandía se vio muy afectada por la importación a bajo precio de otros países y, sobre todo, por las campañas de grandes cadenas de distribución, en las que utilizaron a la sandía como producto reclamo con ventas a pérdidas. Todo esto motivó que una hectárea de sandía dejara solamente un beneficio neto de 100 euros, según los datos de la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía.

La rentabilidad que los productores de sandía en invernadero obtuvieron en el año anterior, la primavera – verano de 2011, fueron algo mejores, aunque el rendimiento neto por hectárea no superó los 5.300 euros.

Con los datos obtenidos desde la Consejería de Agricultura, observamos que los costes generales medios para el cultivo de sandía, incluyendo la mano de obra familiar y las amortizaciones, en el año 2011 fueron de 1,63 euros por metro cuadrado, mientras que en 2012 esa cantidad aumentó hasta 1,67 euros por metro cuadrado.

La producción media por metro cuadrado se ha mantenido similar los dos años analizados, con una producción por metro cuadrado de 6 kilos.

El precio medio de la sandía cultivada bajo abrigo, para todas las categorías, fue de 0,36 euros por kilo en el año 2011, cayendo hasta los 0,28 euros por kilo que se obtuvo como precio medio en el año 2012.

Con estos datos, los cultivadores de sandía en invernadero obtuvieron una rentabilidad bruta de 2,16 euros por metro cuadrado en el año 2011 y neta, una vez deducidos los costes de cultivo, de 0,53 euros por metro cuadrado. En el año 2012 la rentabilidad bruta bajó a 1,68 euros por metro cuadrado, y la rentabilidad neta cayó hasta los 0,01 euros por metro cuadrado, dando esos 100 euros de beneficio por hectárea, que consiguieron los agricultores.

En los datos de costes generales se incluyen las semillas y el semillero con injerto incluido, fertilizantes, fitosanitarios e insectos auxiliares, agua, energía, suministros, mano de obra asalariada, mano de obra familiar, otros servicios externos, amortización de invernadero, enarenado y sustrato, plástico, instalación de riego, balsa de riego, caseta de riego, almacén, maquinaria y otros gastos generales y financieros.

Fuente: hortoinfo