El lobby pro-vitivinícola está inmerso en una dura batalla que les enfrenta a los países "antialcohólicos" para lograr que la cultura del vino sea declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, para 2015 y, en este camino, busca apoyos de los Gobiernos y la Eurocámara.
La Asociación para la cultura y el intercambio turístico (ACTE en sus siglas en inglés) -creada al amparo de la Comisión Europea, con sede en Estrasburgo, que desarrolla la cultura del vino y está presidida desde 2011 por Santiago Vivanco-, lidera esta candidatura, que supondría, si tiene éxito, un revulsivo económico para el viñedo.
Sería el primer alimento en conseguir tal distinción, ha precisado Vivanco en declaraciones a Efeagro, aunque cree que otros podrían presentará sus solicitudes próximamente, como el aceite.
Y también sería la primera vez que se reconozca la cultura del vino en su generalidad, pues hasta ahora la Unesco sólo ha declarado patrimonio de la Humanidad zonas vínicas concretas de Burdeos y Borgoña, en Francia, o Los Arribes del Duero, en España, por su riqueza paisajística.
La asociación -que cuenta con el soporte de bodegas, museos del vino y la Organización Internacional el Vino (OIV)- ha pedido a los parlamentos nacionales de los países productores o que históricamente han tenido relevancia en este sector una declaración de apoyo, ha detallado Vivanco.
Según ha asegurado, en España se aseguraron el apoyo de la mayoría parlamentaria (PP y PSOE) y también cuenta con el beneplácito de Chile o Argentina.
Actualmente hacen gestiones con los grupos parlamentarios de Francia e Italia -fundamentales para la asociación, por su carácter de potencias vitivinícolas mundiales- y con los Gobiernos de Georgia, Armenia, Turquía, naciones que se disputan cuál de ellas fue "la cuna del vino".
En febrero presentaron al Parlamento Europeo su solicitud de declaración de apoyo a la candidatura y creen que el voto será afirmativo -previsto para el mes de junio-, tras comprometer el respaldo de los grupos de Los Verdes, Socialista y Popular.
Trabajan con la hipótesis de que el proceso para conseguir la declaración de la Unesco concluya en 2015, "si todo va bien".
Entre los principales obstáculos que encuentran los defensores de este movimiento de apoyo al vino -que ya no sólo es europeo, sino global- citan la oposición de los países que ven este producto como una mera bebida alcohólica, que consideran que no es ni alimento, ni cultura, y lo vinculan incluso con las "drogas", sometiéndolo a restricciones en su venta o fuertes gravámenes.
Según Vivanco, Europa está dividida, y los países del sur pugnan para que la candidatura se abra paso frente a los de norte, como Noruega, Suecia, Finlandia, Dinamarca, Lituania, Letonia o Estonia, además de la oposición de naciones musulmanes.
Si el sector consigue la preciada declaración, Vianco apunta a "la satisfacción personal" para todo el mundo en el sector, como viñistas y bodegas; y que será un aval frente a los "vaivenes" legales o impositivos de los Gobiernos y un impulso para el desarrollo económico y, especialmente, del enoturismo en las zonas.
"El vino y el hombre han convivido 8.000 años desde que se descubrió, sobre el año 6.000 a-punto-c", y por encima de si tiene alcohol o no debe reconocerse su valor porque "el mundo no sería igual sin el vino", ni tampoco los paisajes sin la viña, ha insistido Vivanco.
La literatura y el arte también se impregnan de esta cultura, e incluso las bodegas ayudaron a financiar el nacimiento de los primeros documentos cinematográficos de los Hermanos Lumiére, ha recordado.
fuente: efeagro
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