¿Riesgo para la salud pública?
Rotunda desaprobación de la industria avícola de Estados Unidos a un estudio en el que se solicita la retirada de todos los medicamentos basados en arsénico. Las conclusiones de dicho estudio aseguran que la utilización de este tipo de aditivos en la producción avícola pone en serio riesgo la salud pública.
La industria de avicultura de Estados Unidos tacha de alarmante un estudio sobre la concentración de arsénico en la carne de pollo. El estudio, llevado a cabo por el Centro John Hopkins para un Futuro Tolerable en la Escuela de Salud Pública Bloomberg, midió las concentraciones de diferentes formas de arsénico en carne de pollo comprada al por menor entre 2010 y 2011, y concluyó que los pollos criados con medicamentos basados en arsénico tenían mayores niveles de arsénico inorgánico, un conocido carcinógeno.
Según el estudio, recogido en la web de GlobalMeatNews, la carne de pollo con residuos de roxarsona mostraron niveles de arsénico inorgánico cuatro veces superiores a los niveles encontrados en pollo orgánico, que no pueden recibir medicamentos basados en arsénico. Aunque reconocen que este aditivo fue retirado de forma voluntaria del mercado norteamericano por la empresa comercializadora, dicen que no hay normativa sobre la introducción de otros medicamentos similares por lo que piden que la Administración de Medicamentos y Alimentos del país (FDA, por sus siglas en inglés) prohíba los medicamentos basados en arsénico para su uso en animales.
Sin embargo, el Consejo Nacional del Pollo (NCC, por sus siglas en inglés) considera que el estudio trata de asustar a los consumidores, advirtiendo que los pollos norteamericanos no han recibido aditivos que contengan arsénico desde junio de 2011. Según estos expertos, “las muestras analizadas, tomadas como parte de este extremadamente pequeño y subjetivo estudio, fueron compradas antes de que el medicamento a base de arsénico fuera retirado del mercado en junio de 2011, y las conclusiones se utilizan de forma intencionada para engañar a los consumidores”.
Además, añaden que no es ni sorprendente ni preocupante encontrar bajos niveles de arsénico en pollos, ya que se trata de un elemento que aparece de forma natural en el ambiente. Aunque el estudio asegura que la exposición al arsénico inorgánico ha demostrado que causa cáncer de piel, de vejiga y de pulmón, el NPCC asegura que los niveles de arsénico encontrados en los pollos son demasiado bajos como para llegar a exponer de forma crónica a los consumidores. Advierten que la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) ha establecido un límite de seguridad de 10 partes por billón de arsénico en agua de bebida, mientras que los investigadores del estudio encontraron sólo 2 partes por billón de arsénico inorgánico. Según el NCC, “no hay evidencias documentadas que sugieran que niveles tan bajos de arsénico en la comida pueda suponer cualquier riesgo para la salud”.
http://albeitar.portalveterinaria.com/noticia/12258/ACTUALIDAD/La-i...
Fuente: Portal Veterinario
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