La volatilidad de los precios de los alimentos básicos persistirá mientras no se supere la incertidumbre económica por la que atraviesan los países europeos, dijo hoy la representante de la FAO en México, Nuria Urquía.
"Mientras esté la incertidumbre económica continuará la incertidumbre en la producción y la volatilidad de los precios", declaró la funcionaria de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), al término de la inauguración de la reunión de científicos agrícolas del G20.
El encuentro, que tiene lugar en Guadalajara, capital del occidental estado de Jalisco, reúne a líderes en investigación agrícola y formuladores de políticas de los países miembros del Grupo de los 20 (G20, integrado por las principales economías desarrolladas y emergentes) y seis naciones invitadas que buscan soluciones al problema de la crisis alimentaria.
Urquía explicó que la volatilidad de precios comenzó tras la crisis económica de Estados Unidos en 2008 y "no ha dejado de impactar" en los costos internacionales de los alimentos.
La representante de la FAO afirmó que "está previsto que esta situación continúe" de manera indefinida.
Sostuvo que una menor disponibilidad de alimentos básicos afectará "en mayor medida" a los países más pobres de África y el sureste asiático, así como a "los que tienen mayores índices de desnutrición" en América Latina, como Guatemala.
Ante un aumento de la población mundial de entre 3.000 y 9.000 millones en los próximos 40 años, además de mayores efectos por el cambio climático y menor disposición de agua y tierra, los países tienen el reto incrementar la productividad en un 6 % en los próximos 20 años.
También se requiere "evitar movimientos unilaterales", como el que los países limiten las importaciones o realicen "grandes compras masivas que puedan distorsionar los mercados", abundó.
El ministro mexicano de Agricultura, Francisco Mayorga, adelantó que México seguirá importando productos transgénicos, incluyendo maíz, soja y colza, para hacer frente al incremento de precios en la cadena productiva.
"Es una forma de producir más barato con la biotecnología, y en un contexto de crisis sería imposible dejar de usar esos productos, pues aumentarían los precios (de otros bienes)" aseguró.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Agricultura, cerca del 90 % de las importaciones de maíz en México corresponden a transgénicos.
Mayorga afirmó que el incremento de 25 % en el precio del maíz y de 17 % en el de la soja seguirá repercutiendo en los precios de otros productos, como la carne de pollo y el huevo, pues los productores no "pueden absorber esos costos".
Aseguró que el alto costo de los productos agrícolas podría durar "hasta 10 años", pese a que a fines de noviembre se logre una repoblación de las 22 millones de aves perdidas a causa del brote de gripe aviar en granjas de Jalisco.
La reunión de científicos agrícolas de los países miembros del G20 continuará hasta el 27 de septiembre con mesas de trabajo para establecer las prioridades de investigación y los mecanismos para mejorar la inversión en infraestructura agropecuaria.
Fuente: expansion.com
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