EFSA ha publicado un informe sobre un estudio que por primera vez recopila datos sobre el consumo de bebidas "energéticas" a nivel europeo en grupos específicos de la población, incluyendo niños y adolescentes. El estudio también determina la exposición de los consumidores, a través del consumo tanto “agudo” como “crónico”, para algunos de los ingredientes activos que se encuentran en las bebidas "energéticas", principalmente cafeína, taurina y D-glucurono-y-lactona. El estudio ha encontrado que, entre los encuestados, el grupo de edad más propenso a consumir bebidas "energéticas" es el de los adolescentes (68% del total de encuestados) y que las bebidas "energéticas" cuando son consumidos por niños de 3 a 10 años representan aproximadamente el 43% de su exposición total a cafeína.
El estudio también examina los hábitos específicos relacionados con el consumo de bebidas "energéticas", como el consumo asociado a la ingestión de alcohol o a la realización de ejercicio físico intenso, entre adolescentes y adultos.
Los resultados proporcionan datos importantes para la evaluación del riesgo que llevará a cabo la EFSA sobre la seguridad de la cafeína. En el marco de un mandato más amplio, la Comisión Europea ha solicitado a la EFSA que determine el nivel de interacción entre la cafeína, el alcohol y otros ingredientes de las bebidas "energías" y que determine los niveles de consumo seguros para los diferentes grupos de población.
Las principales conclusiones del estudio son las siguientes:
Adultos (18-65 años): Aproximadamente el 30% de los adultos entrevistados son consumidores de bebidas "energéticas". Entre estos, el 12% presenta un consumo “crónico alto” (consumen 4-5 días o más a la semana), con un consumo medio de 4,5 litros al mes. Alrededor del 11% lleva a cabo un consumo “agudo alto” (beben al menos 1 litro en una sola sesión).
Los adolescentes (10-18 años): Aproximadamente el 68% de los entrevistados son consumidores de bebidas "energéticas". Entre estos, el 12% presentan consumo “crónico alto”, con un consumo medio de 7 litros al mes, y el 12% consumo "agudo alto".
Niños (3-10 años): Aproximadamente el 18% de los entrevistados eran consumidores de bebidas "energéticas". Entre éstos, alrededor del 16% presentan un consumo "crónico alto", con un consumo medio de 0,95 litros a la semana (casi 4 litros por mes).
Consumo combinado con alcohol: los patrones de consumo combinado fueron similares entre los adultos (56%) y los adolescentes (53%).
El consumo asociado a las actividades deportivas: Aproximadamente el 52% de los adultos y el 41% de los adolescentes afirmó consumir bebidas "energéticas" al realizar actividades deportivas.
Contribución de las bebidas "energéticas" a la exposición total de cafeína: Aproximadamente el 8% para los adultos, el 13% para los adolescentes y el 43% para los consumidores infantiles.
Ha sido un estudio externo encargado después de que algunos de los representantes de los Estados miembros expresaran su preocupación al Foro Consultivo de la Autoridad sobre el aumento de la popularidad de las bebidas "energéticas" en Europa y la consiguiente exposición potencial de cafeína y otros ingredientes, especialmente entre niños y adolescentes.
El Foro también tomó nota de la falta de datos sobre el consumo de bebidas "energéticas" en toda la UE. La Comisión técnica de Aditivos Alimentarios y Fuentes de Nutrientes de la EFSA había identificado también la necesidad de nuevos datos en un Dictamen de 2009, que se basó en los datos de consumo presentados por dos Estados miembros en 2003 y que llegó a la conclusión de que la exposición a taurina y D-glucurono-y-lactona mediante el consumo regular de " bebidas energéticas "no era motivo de preocupación. Este estudio confirma que los escenarios utilizados en 2009 eran realistas.
La cafeína es un estimulante presente en muchas bebidas y productos alimenticios: las bebidas energéticas pueden contener entre 70 y 400 mg por litro y a veces más.
La taurina es un aminoácido producido naturalmente por el cuerpo humano. Es esencial para el sistema cardiovascular, el sistema nervioso central y para el normal funcionamiento del músculo esquelético.
D-glucurono-y-lactona es una sustancia natural presente en el cuerpo humano. Es un componente estructural importante de los tejidos conectivos.
fuente: aesan
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