El director general de Agricultura en la Comisión Europea, Tomás García Azcarate, ha lanzado un mensaje de "optimismo" y "tranquilidad" a los ganaderos de Cantabria porque "va a seguir habiendo ayudas" para el sector en los próximos siete años y "también después de 2020", aunque "no se pueden dormir en los laureles". "Las ayudas son pan para hoy y hambre para mañana", ha afirmado García Azcarate en declaraciones a los periodistas y ha opinado que aunque sean "bienvenidas" no son las que van a mantener a los ganaderos "en pie". A su juicio "ningún joven se va a meter a ganadero de leche porque haya ayudas sino porque haya formas de generar riqueza y un sueldo para una familia".
Para García Azcarate "el futuro está en el mercado y en el mercado está el futuro", que en el caso de los ganaderos se haya en el valor que le sepan "sacar" a la leche que produzcan.
Este experto apuesta por hacer una "guerra frontal" contra la volatilidad de los costes de producción, que pasa por intentar depender cada vez menos de los piensos importados y volver a una "ligazón con la tierra". "Es complicado pero hay que hacerlo" ha añadido.
Y también se ha mostrado partidario de que los ganaderos se organicen en cooperativas para "comprar en común" los productos y poder firmar contratos de suministros a largo plazo que permitan evitar "vaivenes".
En la misma línea, García Azcarate ha enfatizado que "hay que salir de la trampa" de la leche UHT, porque considera que sí se quiere "sacar una renta" vendiendo un producto "residual", es "evidente" que no se conseguirá el objetivo.
"Hay maneras de trabajar para dignificar el producto y hay que plantearselo para poder aprovechar las ayudas todo el tiempo que duren", ha destacado.
Preguntado por la cuota láctea, García Azcarate ha dicho que "es la que es" porque en la encuesta que se hizo para establecerla "muchos ganaderos no declararon su cuota, porque no se fiaban de la Administración o porque querían seguir vendiendo en negro".
También ha recordado que cuando los "negociadores" volvieron de Bruselas en 1986 dijeron "les hemos clavado medio millón de toneladas", quedando "contentísimos", pero las cifras eran "falsas".
Según García Azcarate, el mayor defecto que han tenido las cuotas es que han hecho creer a los ganaderos que podía haber futuro sin mirar al mercado, cuando "hoy el que no mire al mercado está condenado a desaparecer"
Fuente: agroinformacion
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