Actualmente se está desarrollando el Proyecto Generando Alternativas Campesinas al Cambio Climático (PGACCC) en 20 comunidades, distribuidas en 7 municipios y 4 departamentos hondureños, todos con vulnerabilidad ambiental, económica y alimentaria.
Honduras tiene valiosos recursos naturales que deben ser preservados para su contribución al desarrollo actual y de futuras generaciones, entre los que están sus ecosistemas de abundante biodiversidad, proveedores de múltiples servicios a la población. Estos ecosistemas en algunos casos ya están severamente degradados, por el patrón de desarrollo insostenible vigente. Es importante considerar la población, con sus estilos de vida, la inversión en el desarrollo de sus capacidades y valorizar los conocimientos locales y de los pueblos indígenas.
Conociendo un poco el PGACCC
“Ante el cambio climático necesitamos un cambio de actitud, hay que salvar nuestro planeta ahora”.
La Fundación para la Investigación Participativa con Agricultores de Honduras (FIPAH), con financiamiento del FDN, está desarrollando el Proyecto Generando Alternativas Campesinas al Cambio Climático (PGACCC) en 20 comunidades de siete municipios, en cuatro departamentos de Honduras, que presentan vulnerabilidad ambiental, económica y alimentaria.
Se entiende como cambio climático la alteración en la temperatura que provoca que se cambie de una condición climática a otra (por ejemplo de frío a calor, un día soleado a lluvioso). Nuestro planeta se está destruyendo cada día más, el aumento en la población, las prácticas inadecuadas en nuestras acciones, como manejo de la basura, emisiones de humo de industrias, uso excesivo de químicos, uso no apropiado de la energía, tala y quema del bosque, entre otras, hacen que los recursos naturales disminuyan cada vez más.
Simeona Perez muestra variedades de maíz cosechadas.
El objetivo del proyecto es promover la investigación participativa en Lempira, Intibucá, Francisco Morazán y Yoro, para la generación, desarrollo y transferencias de tecnologías que sean respuesta a cambios climáticos: sequías, exceso de lluvia y altas temperaturas, a través del incremento de la biodiversidad, la protección, mejoramiento y uso de los recursos naturales.
El área de implementación del proyecto es Vallecillo, Francisco Morazán; Jesús de Otoro y San Francisco de Opalaca, Intibucá; Yorito y Sulaco, Yoro; y La Iguala y Gracias, Lempira.
Entre los principales logros alcanzados se han generado y desarrollado tecnologías y prácticas en armonía con el ambiente; siendo alternativas sostenibles a los efectos del cambio climático, de fácil aplicación por parte de los pequeños agricultores, primordialmente los ubicados en laderas.
También se han desarrollado variedades de frijol y maíz, resistentes a la sequía, con mayor potencial productivo, especialmente para las zonas altas. Hay cinco bancos de semillas comunitarios para la conservación de semillas criollas, nativas y mejoradas, cinco estaciones climáticas, manejados por agricultores en cinco comunidades, para la toma de decisiones acertadas en actividades de agricultura y gestión de riesgo para sus municipios.
Doña María Santiago en su parcela diversificada.
El 100% de las familias beneficiarias han implementado al menos dos técnicas de agricultura ecológica en sus parcelas, incorporación de árboles frutales y maderables en la finca, incorporación de materia orgánica, barreras vivas, entre otros.
Las familias participantes en el proyecto han incrementado sus ingresos en más del 40%.
Se implementaron actividades de mitigación a través de las fincas integrales o sistemas agroforestales (SAF), sistemas de riego, conservación de suelos, abonos orgánicos y huertos familiares.
Se establecieron en total 16 microempresas rurales, donde el sistema de microcrédito está funcionando a través de las Asociaciones de Comités de Investigación Agrícolas Locales (Asocial), siendo esta organización la responsable del manejo de los recursos, desde la aprobación de solicitudes, entrega de materiales y recuperación de fondos.
Se ha creado un espacio de debate y reflexión de la problemática ambiental en cada región por medio de la formación de mesas de diálogo, donde participan diferentes actores comunitarios, institucionales y municipales, con el fin de incidir en los gobiernos locales.
La diversificación se orienta en primer lugar a la soberanía alimentaria, los excedentes generados por las fincas diversificadas permite la generación de ingresos para satisfacer otras necesidades.
¿Qué es la FIPAH?
El valor agregado de este proyecto, con respecto a otros de similares características, es el hecho que los beneficiarios son más protagonistas, participando directamente en esta iniciativa mediante la validación y adoptando nuevas técnicas y prácticas agroecológicas, para disminuir el riesgo de impactos negativos del cambio climático en sus sistemas de producción.
La Fundación para la Investigación Participativa con Agricultores de Honduras (FIPAH) es una organización privada sin fines de lucro, que trabaja en cinco zonas en los departamentos de Yoro, Intibucá, Francisco Morazán, Lempira y La Paz, en Honduras, con la finalidad de desarrollar un programa de investigación agrícola participativa que ayude a los agricultores, especialmente a los ubicados en las laderas, a encontrar alternativas que rompan el ciclo vicioso de pobreza y degradación ambiental.
El Fondo de Desarrollo Noruego (FDN) es una organización independiente no gubernamental que apoya proyectos ecológicos y de desarrollo por medio de socios locales en Asia, África y Latinoamérica, bajo el slogan: “Creemos que la batalla en contra de la pobreza tiene que basarse en el manejo sostenible de los recursos naturales por las comunidades locales”.
Fuente: latribuna.hn
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