La Dieta Mediterránea está ampliamente considerada como un patrón alimentario saludable. Ésta se caracteriza por una alimentación rica en frutas y verduras frescas, frutos secos, legumbres, cereales y la utilización del aceite de oliva como grasa principal, además de un consumo moderado de pescado, alimentos lácteos, huevos y vino tinto. Finalmente, por escasear en alimentos procesados, bollería industrial y grasas animales, tales como carnes rojas, embutidos y mantequilla. Los frutos secos son uno de los componentes esenciales de la Dieta Mediterránea y se han consumido en nuestra sociedad desde tiempos ancestrales. Estudios científicos han demostrado que consumir frutos secos frecuentemente está asociado a un menor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, diabetes, hipertensión y síndrome metabólico, entre otras.
¿Por qué son saludables los frutos secos?
Los frutos secos han sido reconocidos mundialmente por la comunidad científica como un alimento saludable debido principalmente a su composición nutricional. Más de la mitad de su contenido corresponde a grasas, pero se trata de grasas insaturadas consideradas saludables (ácidos grasos oleico y linoleico). Las nueces, concretamente, contienen altas cantidades de omega 3. Además, los frutos secos son ricos en fibra, minerales (potasio y magnesio), vitaminas (vitamina E, que posee efectos antioxidantes) y otros componentes bioactivos como los polifenoles y fitoesteroles. Se conoce que estos nutrientes pueden ayudar a la prevención de algunas enfermedades. Dentro del grupo de frutos secos podríamos incluir avellanas, nueces, almendras, anacardos, piñones, pistachos, nueces de Brasil, nueces de Macadamia y pacanas. Los cacahuetes, a pesar de ser una leguminosa, suelen incluirse en esta lista por la similitud en su composición nutricional.
¿Engordan los frutos secos?
Existe la popular creencia entre la población general de que los frutos secos engordan y no son recomendables en personas que quieran perder peso. Sin embargo, a pesar de ser un alimento energéticamente denso y con un alto contenido graso, la evidencia científica actual no ha relacionado su ingesta con el aumento de peso corporal. La explicación se halla en el alto contenido de fibra que contienen y que produce un efecto saciante, por lo que disminuye la sensación de hambre, compensando así el consumo de otros alimentos. También se ha sugerido que la grasa que aportan no es absorbida completamente por nuestro organismo y que podrían modular la termogénesis, incrementado la pérdida de calorías por la piel.
¿Qué cantidad de frutos secos deberíamos comer?
Diferentes sociedades científicas de diferentes partes del mundo recomiendan consumir un puñado de frutos secos al día para prevenir las enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, está contraindicado para las personas alérgicas o con intolerancia a los frutos secos.
Fuente: gourmets.elperiodico.com/
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