El Día Mundial de la Alimentación 2012 encuentra a las naciones con dos realidades incontrovertibles: primero, el crecimiento económico de los países no garantiza la seguridad alimentaria y, segundo, las políticas neoliberales no aseguran precios asequibles de los productos de consumo básico a las poblaciones.
Allan Hruska, técnico de la oficina subregional de la FAO y experto en Sanidad Vegetal, dice que al abrir el comercio internacional los países buscan ventajas económicas comparativas.
“República Dominicana debería exportar lo que mejor produce e importar lo que no hace muy bien, el problema es que los productores no pueden competir con productos que tienen un alto subsidio, por lo que el precio de entrada es más bajo”.
“Esto no es una competencia leal ni justa. Los gobiernos como el de República Dominicana tienen que tomar acciones sobre ese asunto. Abrir las fronteras y dejar que estos productos entren y destruyan los incentivos tiene un costo muy alto porque se caen las economías rurales; es el papel del Gobierno asegurar que los alimentos que entran tengan un precio justo”, considera.
Las intervenciones en materia de nutrición de los responsables de asumir los Objetivos de Desarrollo del Milenio son insuficientes frente a una realidad de casi 870 millones de personas que sufren subnutrición crónica, según el informe sobre el estado de inseguridad alimentaria 2012, emitido por la FAO.
Pese a esto, Hruska dice que los países se encaminan al cumplimiento de las metas trazadas y que, en el caso específico de República Dominicana, se reporta mejoría en los datos.
“En 1990-92, cuando se inicia el seguimiento a los objetivos de desarrollo del milenio, los niveles de subnutrición del país andaban por alrededor de 30%; el reporte 2010-12 establece que ronda los 15.4%; de tal manera que si el país hace un uso adecuado de sus recursos naturales y apoya bastante a los pequeños productores esto puede continuar mejorando”.
El informe señala que de los 852 millones de personas que padecen hambre, la gran mayoría vive en países en desarrollo, alrededor del 15%; mientras que 16 millones están subnutridas en los países desarrollados. Según el informe, el número total de hambrientos disminuyó en 132 millones entre 1990-92 y 2010-12, lo que equivale a pasar del 18,6% al 12,5% de la población mundial; y del 23,2% al 14,9% en los países en desarrollo. Con ello, la meta de los Objetivos de Desarrollo del Milenio estaría al alcance si se adoptan las medidas adecuadas.
Al parecer, el Estado, como regulador de la organización social, económica y política, ha resultado insuficiente para responder a las necesidades básicas de las poblaciones, entre ellas la alimentación.
Es en este contexto que el cooperativismo, como doctrina que promueve la satisfacción de necesidades a partir de la organización de grupos humanos, se perfila como una vía a la solución de los problemas fundamentales.
“Las cooperativas agrícolas alimentan al mundo” es el lema del Día Mundial de la Alimentación 2012, que promueve el desarrollo de estrategias para mejorar la seguridad alimentaria y contribuir con la erradicación del hambre”.
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Impacto crisis
El informe de la FAO destaca que la crisis económica que tuvo su pico en 2008-2009 no provocó de forma inmediata una fuerte desaceleración económica en muchos países en desarrollo. El impacto de los precios internacionales de los alimentos en los mercados nacionales fue menos pronunciado de lo asumido en un primer momento y muchos gobiernos lograron amortiguar los choques y proteger a los más vulnerables.
Fuente: hoy.com.do
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