Los agricultores europeos llevan años viendo una merma en las ayudas que perciben de la Unión Europea. Las sucesivas reformas agrícolas van por ese camino y la crisis generalizada que vive Europa, y en especial los países de la zona euro, amenaza con introducir nuevos recortes en la de la Política Agrícola Común (PAC).
La actual fase de negociación de las directrices agrícolas parece apostar por una fase restrictiva o como mucho proceder por parte del Ejecutivo comunitario a una prorroga del presupuesto para el sector primario, pero de ninguna manera a aumentarlo. Sin embargo, aunque los trabajos para la reforma de la PAC están avanzados, según señalan fuentes del sector, todo parece estar en punto muerto, al menos hasta que dé comienzo el semestre de Presidencia irlandesa, que dará comienzo el próximo 1 de enero.
El último informe anual de la OCDE pone de manifiesto que los gobiernos de los países que integran esta organización destinaron de media un 19% menos de ayuda a la agricultura, llegando a a los niveles más bajos nunca registrados. Estas reducciones, según explica el documento, se deben más al desarrollo de los mercados internacionales de materias primas que a cambios explícitos en las políticas aplicadas.
En el caso de la UE, que tiene en la PAC el instrumento político propio para este fin, la bajada es significativa hasta situarse en un 20% coincidente con la media de los países que integran la OCDE, pero bastante por debajo de países como Noruega (60%), Suiza (56%), Japón (51%), Corea del Sur (50%) o Islandia (47%), aunque por encima de otros como Canadá (16%) o Estados Unidos (9%). Esta disminución se ha visto afectada también en términos de PIB, al haber pasado del 3% de media en el periodo 1986-1988 al 1% en el 2009-2011.
Costes de producción disparados
Sin embargo, la idea que propugna la PAC de ir hacia una agricultura europea menos dependiente de las subvenciones directas de Bruselas y más abierta a la competencia de los mercados exteriores, con menos límites a la producción, se ha topado en los últimos tiempos con unos costes de producción disparados que están poniendo a prueba la viabilidad de muchas explotaciones.
Ante lo que se le puede venir encima al agricultor, el ministro del ramo, Miguel Arias Cañete, alertaba hace unos días que la reforma de la PAC puede resultar «muy lesiva» para España. El titular de Agricultura afirmaba en Onda Cero que está «moviendo los hilos» y peleando para que los agricultores y ganaderos sigan recibiendo los 7.500 millones de euros que perciben en la actualidad a fin de poder seguir manteniendo la renta del campo español. Arias Cañete recordó que entre el 27 y el 30% de la renta que perciben los agricultores depende de las ayudas comunitarias, por lo que gran parte del campo español es muy vulnerable a la PAC.
Fuente: abc
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