La UE y EEUU comenzarán a negociar el 8 de julio próximo en Washington un acuerdo transatlántico de comercio e inversiones, que creará la mayor zona de libre comercio del mundo y que busca impulsar el crecimiento de sus economías y crear empleos.
El espaldarazo político a estas conversaciones, que se espera que se prolonguen durante al menos dos años y que no estén exentas de momentos espinosos, se ha producido en la localidad norirlandesa de Enniskillen donde el Reino Unido alberga hoy y mañana la cumbre anual de líderes del G8, los países más industrializados del mundo, informó la agencia EFE.
“La relación entre Estados Unidos y la UE es la más amplia del mundo. Juntos representamos casi la mitad del PIB global”, afirmó el presidente de EEUU, Barack Obama, tras anunciarse el lanzamiento de estas negociaciones que han llevado años de preparación.
Entre ambos socios se intercambian anualmente bienes y servicios por un billón de dólares, y en total entre ellos llevan invertidos en sus respectivas economías casi 3,7 billones de dólares, según datos de 2011, además de que el comercio transatlántico da trabajo a 13 millones de estadounidenses y de europeos.
“Esta es una oportunidad que se produce una vez en cada generación, y no podemos dejarla escapar”, afirmó Cameron, que señaló que el pacto añadirá 119.000 millones de euros a la economía europea y 95.000 millones a la de EEUU, así como 100.000 millones más a la del resto del mundo.
Se espera que cuando las conversaciones concluyan, el crecimiento del PIB de la Unión aumente en el 0,5 % anual.
Cameron subrayó su confianza en una “exitosa conclusión” de las negociaciones transatlánticas, que produzcan “más trabajos, precios más bajos y ayuda para las familias trabajadoras”.
El futuro pacto transatlántico, que podría estar concluido en dos años, “impulsará el comercio, la creación de empleos y el crecimiento económico”, afirmó el presidente de la CE, José Manuel Durao Barroso, que calificó la alianza de “estratégica” para ambos.
Los líderes estadounidense y europeos admitieron que la negociación de ese futuro acuerdo, entre quienes se definen como los mejores socios comerciales del mundo, incluyen asuntos sensibles para ambas partes.
Prueba de ello ha sido la dificultad que dentro de la misma UE han tenido los ministros de Comercio para aprobar el mandato de negociación de la CE, y que el pasado viernes concluyó, tras más de trece horas de reuniones, con la exclusión del sector audiovisual a petición de Francia.
“Es obvio que hay asuntos sensibles en las negociaciones para un acuerdo de libre comercio entre la UE y Estados Unidos, pero manteniendo una mente abierta y la creatividad encontraremos soluciones. Hay demasiado en juego”, afirmó el presidente del Consejo europeo, Herman Van Rompuy.
Obama, por su parte, apuntó a que aunque los negociadores de ambas partes tienen “mandatos firmes” para llegar a un acuerdo, es posible que los mismos líderes tengan que intervenir en algún punto de las conversaciones que sean de mayor complicación.
“Creo que estas negociaciones serán un desafío. Serán difíciles y todos vamos a tener sensibilidades que habrá que abordar”, señaló.
De este pacto transatlántico de comercio e inversiones (TTIP, por sus siglas en inglés) se espera que abra más los mercados europeos a los productos de EEUU, que en 2012 exportó a la UE bienes y servicios por valor de 458.000 millones de dólares.
Fuentes estadounidenses indicaron que el futuro acuerdo reforzará también la regulación sobre inversiones, eliminará tarifas y aranceles no tarifarios que impiden el libre flujo de bienes, incluidos los productos agrícolas, uno de los puntos que para la UE será sensible.
Estados Unidos también espera que mejore el acceso a los mercados en servicios, reduzca las diferencias regulatorias y promocione estándares de compatibilidad, transparencia y cooperación, al tiempo que se mantienen sus niveles de protección sanitaria, seguridad y ambiental, además de promocionar la competitividad global de las pymes.
Europeos y estadounidenses, que llevan años preparando el lanzamiento oficial de estas discusiones, tienen ya la que se considera la relación económica más integrada del mundo.
“Queremos avanzar con rapidez. No significa que vayamos a ceder en contenidos, pero queremos progresos rápidos”, dijo Barroso, que pidió a la sociedad civil, a los legisladores europeos y en especial a la Eurocámara, que sean “parte constructiva y comprometida” en las negociaciones que se abrirán en poco más de tres semanas.
Fuente: Agromeat
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