AGRO 2.0 ESPAÑA Un humedal artificial en L'Albufera depura y mejora sus aguas

El Parque Natural de L'Albufera cuenta con un novedoso sistema para intentar solventar a través de "filtros verdes" uno de los problemas más comunes en la mayoría de los humedales españoles, la calidad de sus aguas, para lo cual se experimenta con un humedal artificial creado en un antiguo arrozal.

Como en la mayoría de los humedales españoles, la cantidad de agua no es suficiente para que se vaya renovando de forma natural, por lo que un antiguo arrozal ha sido transformado por la Confederación Hidrográfica del Júcar en un humedal artificial con filtros verdes para depurar y mejorar la calidad de estas aguas.

L'Albufera es un lago de agua dulce que ocupa 3.000 hectáreas y que ha sufrido un importante deterioro durante las últimas décadas.

El problema en esta zona de alto valor ecológico y muy próxima a Valencia es que el agua tiene un exceso de nutrientes, lo que provoca que tenga un color verdoso y un aspecto similar a una "sopa de verduras" que impide que la luz llegue al fondo.

La consecuencia es la desaparición de especies animales y vegetales, lo que supone la ruptura del ecosistema de un lugar en el que se concentran 73.500 aves acuáticas invernantes de 68 especies diferentes.

Para intentar revertir en la medida de lo posible el deterioro al que está sometido este humedal es para lo que se ha puesto en marcha este humedal artificial en el Tancat de la Pipa.

Es este antiguo arrozal se ha creado un "filtro verde" como una forma de empezar a recuperar porciones de hábitat con aguas transparentes y, "aunque no es una solución para recuperar toda la laguna, sí se pueden empezar a recuperar porciones", explica en declaraciones a Efe el delegado de SEO/BirdLife de la Comunidad Valenciana, Mario Giménez.

Un "filtro verde" es un sistema en el que la propia vegetación que crece en el fondo del mismo elimina el exceso de nutriente y proporciona agua transparente al final de un recorrido.

Este humedal artificial ocupa 40 hectáreas, veinte de las cuales están habilitadas como un filtro verde que permite filtrar el agua y mejorar la calidad.

Según explica el coordinador de la gestión del Tancat de la Pipa, Matthieu Lassalle, el agua entra por la parte de arriba y cuando llega al final del recorrido está limpia, momento en el que la sacamos a L'Albufera con la ayuda de unos motores, lo que ayuda a mejorar la calidad general de las aguas en el parque natural.

"Los humedales necesitan el agua, el agua es la sangre que les da la vida. Si esta agua no tiene una determinada calidad, todo el resto de seres vivos que depende de estos hábitat tan maravillosos, sufren o desaparecen", explica Giménez.

El Parque Natural de L'Albufera tiene un extensión de 21.000 hectáreas, cuyo perímetro corresponde a un marjal ocupado principalmente por arrozales y, situado al sur de la ciudad de Valencia, se encuentra incluido en la Red Natura 2000.

Pensando en el futuro, para que el agua llegue más limpia a esta zona de alto valor ecológico habría que evitar que los arrozales de los alrededores aportaran más nutrientes procedentes del abono y que los campos de arroz recuperen su papel de "filtro verde", indica Giménez.

En el Parque Natural de L'Albufera había unas mil parejas de pato colorado y de facha común, si bien tras sufrir una "crisis ecológica" se quedaron en quince y "ahora, con veinte hectáreas de filtros verdes, hemos duplicado las población", comenta Giménez.

El Tancat de la Pipa es hoy en día una laguna a escala de lo que debería ser L'Albufera; "por ahora, solamente tenemos estos parches en los que se va recuperando este hábitat", sentencia el delegado de SEO/BirdLife en la Comunidad Valenciana.

Otra cuestión pendiente en la zona es la falta de explotación a nivel turístico.

De L'Albufera dicen que es "un parque privilegiado que está a media hora de Valencia y es un lujo plantarse tan pronto en el corazón de un Parque Natural, pero esto no se está aprovechando para explicar, enseñar y crear economía", señala Giménez.

"Es una zona que todavía está por explotar", comenta Voro Cases, uno de los barqueros que ofrece paseos en barca por este lago de agua dulce y añade que "aquí haría falta ayuda de las autoridades para que la gente viniera más".

"Aquí cada día es una sorpresa porque sales y un día ves muchos patos, otros garzas o como hoy, que había flamencos. Cada día ves una cosa", cuenta Cases.

Fuente: EFEverde