AGRO 2.0 ESPAÑA: Un catedrático ve en el abandono de montes el origen de los últimos incendios

El catedrático de Geografía Física de la Universitat de València y experto en climatología Alejandro Pérez Cueva ha alertado hoy de que el hecho de que la montaña esté "abandonada" y el éxodo rural están detrás del origen de los graves incendios del pasado verano en la Comunitat Valenciana.
Pérez Cueva ha hecho estas declaraciones en la presentación del informe "Los grandes incendios del verano de 2012 en Valencia", integrado en el primer Fórum de Incendios Universitat de València-Ayuntamientos que se ha celebrado hoy en el Jardín Botánico de Valencia.
El experto ha analizado en este informe preliminar, que tiene previsto completar más adelante, el "qué, cuándo, cómo y por qué así" de los cinco mayores incendios que afectaron en verano a los montes valencianos: Cortes de Pallás, Andilla, Chulilla, Villalonga y Benagéber.
Según ha asegurado el catedrático, en los incendios de este verano "hay un porqué en la base que a nadie se le escapa"
"Estamos hablando de una montaña abandonada, producto de un proceso, que dura ya muchos años, de éxodo rural", ha añadido para señalar que este despoblamiento "ha llevado a casos críticos como el de Andilla o el de Sacañet, que están por debajo del 20 %, en el momento de mínimos, de su población inicial".
Ha asegurado también que en los dos mayores incendios, los de Cortes de Pallás y Andilla, "se dieron las condiciones idóneas del 30-30-30: rachas de más de 30 kilómetros por hora, humedad menor al 30 % y temperaturas por encima de los 30 grados".
Sin embargo, Pérez Cueva ha señalado que estos cinco incendios "no responden a un único modelo" de contexto meteorológico, sino que hubo tres diferentes.
Así, en los fuegos de Andilla y Cortes se produjo el "modelo clásico", según el profesor de la UV, "una situación típica de poniente", con vientos del suroeste durante prácticamente tres días y una humedad relativa "en torno o por debajo del 20 %".
Para el catedrático, existen varias claves en el comportamiento de los incendios: el momento de inicio del fuego, la persistencia o variabilidad del viento y su velocidad en la fase crítica, el ángulo existente entre la zona susceptible de quemarse y la orientación del viento y los usos del suelo (que pueden actuar como cortafuegos).

Fuente: laverdad.es