El Colegio de Ingenieros Agrónomos de Levante (COIAL) quiere dar a conocer y destacar el valor del sector agroalimentario en la economía valenciana y la seguridad del mismo, en un momento de importante crisis debido al fraude de etiquetado en determinados productos.
Parte de la industria agroalimentaria valenciana se está viendo afectada por las noticias relacionadas con el fraude en el etiquetado de determinados productos alimentarios en los que se ha detectado carne de caballo no declarada.
Los informes hechos públicos de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) y del Ministerio de Agricultura aclaran que no se trata de un problema de seguridad alimentaria, pero sí de omisión de información al consumidor al no declararse la existencia de carne de caballo en el etiquetado. Sin embargo, la situación ha generado desconfianza en los consumidores, lo que se ha visto transformado en un descenso del consumo de determinados productos, que está teniendo incidencia en las industrias agroalimentarias valencianas.
Desde el Colegio queremos indicar que el sector agroalimentario valenciano (entre el que se encuentra un potente subsector cárnico) cumple con unas rígidas normas de seguridad para garantizar la calidad de los productos que elabora, que van mucho más allá de lo legalmente establecido. Por ello, desde el Colegio somos partidarios de la existencia y del mantenimiento de todos los controles (ex-ante y ex-post) ejercidos por las Administraciones Públicas, que son necesarios para seguir manteniendo un sistema agroalimentario seguro y de calidad en el que no tenga cabida aquél que no esté dispuesto a cumplir, al menos, las exigencias legales, pues como se puede ver, la mala práctica de un único operador afecta por igual a todo el sector.
La población valenciana debe saber que nuestra industria agroalimentaria es un sector que tiene como objetivo la excelencia en toda su cadena de valor, desde la producción primaria hasta la propia venta del alimento.
La situación generada ante el fraude de etiquetado, pese a que no se hayan detectado problemas en la industria cárnica de nuestra comunidad, puede llegar a provocar el cierre de empresas de un sector que hasta ahora ha venido siendo un refugio de empleo, de aportación al PIB y de equilibrio de la balanza comercial.
Por otra parte, los propios productores y vendedores de carne de caballo han visto disminuir sus ventas cuando es una carne perfecta para el consumo, incluso óptima para ciertos colectivos de población.
En definitiva, los ingenieros agrónomos queremos manifestar que España figura a la cabeza en cuanto a seguridad alimentaria y excelencia en todo el proceso de producción de alimentos para el consumo humano. Por nuestra parte, los ingenieros agrónomos somos partícipes en la mejora continua de procesos que permiten garantizar la calidad alimentaria de los productos que llegan a nuestra mesa.
Fuente: infoagro
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