La Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente comienza las obras de emergencia previas a los trabajos de restauración forestal tras el incendio que se inició el pasado 30 de agosto en el término municipal de Coín, y que afectó también a los términos municipales de Alhaurín El Grande, Marbella, Mijas, Monda y Ojén. Este incendio, se dio por extinguido el 4 de septiembre, después de haber afectado a un total de 8.225,1 hectáreas, de las cuales, 1.049,8 se refieren a suelos urbanos y agrícolas, y 7.175,3 es la superficie netamente forestal.
El proyecto, en su primera fase de obras de emergencia, abarca las actuaciones más inmediatas que son necesarias antes de acometer los trabajos de restauración forestal, que se realizarán con posterioridad. Estas obras de emergencia cuentan con un presupuesto que alcanza el medio millón de euros, y se van a desarrollar a través de la Agencia de Medio Ambiente y Agua, con el personal de la propia Agencia y del dispositivo Infoca realizando las labores de campo, y la dirección técnica de la delegación provincial de la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente en Málaga. Las obras, que repercutirán sobre los montes públicos afectados por el incendio, tendrán un período de duración de 6 meses.
En concreto, las tareas que se inician esta semana disponen de dos líneas de trabajo fundamentales, por un lado, estarán centradas en la limpieza de la madera quemada, y por otro, se realizarán labores de corrección hidrológica mediante la construcción de albarradas.
La limpieza de la madera persigue apear los pinos quemados que no tienen capacidad de rebrote. También se procederá a la recogida de la piña con objeto de extraer su semilla para la posterior realización de siembras. La limpieza de la madera se realiza en los lugares con mayor riesgo de erosión y de mayor tránsito de vehículos y personas, dado el riesgo de caídas de arbolado tras el incendio. Estos trabajos contribuyen a la rápida mejora del paisaje, especialmente en un entorno tan turístico como la Costa del Sol, y permiten prevenir la aparición de plagas. El apeo de la madera se realizará con motosierra, mientras que la recogida de las piñas se llevará a cabo manualmente, con el uso de pértigas y equipos de sujeción para trabajos en altura.
En cuanto a las tareas de corrección hidrológica, persiguen controlar la erosión del terreno mediante la construcción de albarradas de piedra en seco, que serán reforzadas con la madera procedente de los árboles quemados. Asimismo, para proteger las infraestructuras del monte en sus intersecciones con los cursos de agua también se proyecta la construcción de mampostería hidráulica. Estas infraestructuras son elementos de contención, que evitan el efecto de la erosión. Además, dada el grado de urbanización en los terrenos afectados por el incendio también se revisará la red hidrológica para evitar riesgos de obstrucción en los pasos de agua, embovedados o los caños.
El objetivo conjunto de ambas actuaciones es el de mejorar la capacidad de infiltración del agua de lluvia, para prevenir con ello los procesos erosivos en los cauces más expuestos a este fenómeno y favorecer la regeneración por dispersión, enterramiento de semilla y el rebrote de raíz.
Además de estas actuaciones de emergencia, el proyecto de obras también contempla la construcción y acondicionamiento de las infraestructuras viarias de los montes, con el fin de facilitar la saca de manera quemada; así como el análisis de la vegetación en aquellas zonas con potencial de que se produzca regeneración natural, mediante dispersión natural de semilla o por rebrote de raíz o de cepa.
El diseño de la restauración ecológico-forestal del área afectada por este incendio se ha planteado de forma que sea especialmente sensible al hecho de tratarse de zona de interfase urbano-forestal, con una clara vocación turística y un gran valor natural al ser un pulmón verde del entorno costero malagueño con connotaciones no sólo andaluzas, sino nacionales e incluso internacionales, por ser un área muy valorada por el turismo europeo. Los componentes naturales de la restauración están planificados para integrarse en un marco espacial que reduzca en el futuro el riesgo de que se produzca una catástrofe de este tipo, creando zonas de amortiguamiento, áreas que reduzcan al mínimo la continuidad espacial de la vegetación y que supongan una interrupción en la propagación de incendios.
Una vez que se hayan completado las obras de emergencia, un posterior proyecto acometerá actuaciones complementarias de restauración forestal sobre los terrenos afectados.
Fuente: infoagro
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