La Consejería de Agricultura presentó ayer a los sindicatos agrarios su propuesta de reordenación de las unidades veterinarias y de desarrollo agrario que en León supondría el cierre de doce oficinas dependientes de las distintas Secciones Agrarias Comarcales, según datos de Asaja.
Santa María del Páramo, Boñar, Riello y Fabero perderían sus unidades veterinarias y la unidades de desarrollo agrario, mientras que sólo perderían las últimas Mansilla de las Mulas, Almanza, Veguellina de Órbigo, La Robla, Bembibre, Valderas, Carrizo de la Ribera y Villafranca del Bierzo. El secretario general de Asaja, José Antonio Turrado, señaló que «algunos de estos centros estaban cerrados en la práctica» —como ejemplos concretos señaló las de Veguellina de Órbigo y Mansilla de las Mulas— e indicó que su cierre no supone pérdida de empleos, ya que los veterinarios e ingenieros agrónomos que las atendían se recolocarán en las secciones comarcales.
La reorganización supone dejar abiertas las nueve secciones agrarias comarcales de León y las unidades veterinarias de Villafranca del Bierzo, Carrizo de la Ribera y Riaño.
Turrado indicó que la reordenación también supone que algunos municipios pasarán a depender de otras secciones comarcales. El sindicato agrario no respalda el cierre de centros de trabajo y, según su secretario general, el ahorro «en realidad no es tanto, ya que para la Junta sólo supone los gastos en las sedes de las unidades». Vista la propuesta, «valoraremos si el servicio al agricultor y al ganadero mejora o no», señaló el dirigente sindical. Por otra parte, destacó el problema que supone para un ayuntamiento el cierre de uno de los centros de trabajo del municipio, aunque reconoció que, en ocasiones, los usuarios se encuentran con las oficinas cerradas debido a diferentes circunstancias, como las vacaciones de quien atiende la unidad. El territorio de las unidades cerradas se repartirá entre las secciones comarcales y, así, por ejemplo, Riello se atendería desde las comarcales de Villablino y la Pola de Gordón y Boñar entre la última citada y Cistierna.
«En total desacuerdo»
Más beligerante con la propuesta se mostró la UCCL, que mostró su total desacuerdo con la propuesta y considera que la reestructuración de las unidades veterinarias «debe basarse en dotarlas de los suficientes medios humanos y materiales» con la finalidad de prestar «un mayor y mejor servicio».
La UCCL exige que se corrijan «situaciones que, en muchos casos están soportando los ganaderos», como acercarse a una unidad veterinaria «y encontrarla cerrado, lo que les supone perder toda una mañana» para no haber resuelto el trámite administrativo que se proponían realizar. En otras ocasiones, es la falta de material de las unidades las que impiden formalizar algún documento. La UCCL solicita más medios frente a una propuesta que supone el cierre de algunas oficinas «en el amplio territorio» de la comunidad autónoma.
Fuente: diariodeleon.es
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