Sus compañeros le incitaron a ocupar el cargo de presidente de COAG-IR y él decidió hacerlo. «Cuando ves que confían en ti todo es más sencillo. Me siento feliz y muy orgulloso de poder representar a los agricultores y ganaderos de toda la Región y lo haré con una nueva ejecutiva que se ha visto ampliada. Queríamos que los máximos pueblos posibles estuvieran representados porque así se aporta mejor la realidad de cada lugar. Los representantes son la voz de los pueblos», explica Miguel Padilla.
Consciente de que el listón que ha dejado Lencina es muy alto, Padilla tiene claro que lo importante es trabajar. «Trabajar con el objetivo de poner en auge a las zonas desfavorecidas por ser cultivos de secano»; reducir los diferenciales de precios, «porque lo que gana el agricultor es en un 93% gracias al mercado libre»; apoyar el relevo generacional, «ya que los jóvenes son el futuro de nuestra actividad», y «dignificar la profesión para que no desaparezca, que es tan importante, sobre todo en nuestra Región para la economía».
Además, una de las metas de Padilla es defender los intereses de las mujeres que trabajan en el campo, «que cada vez son más las que se dan de alta en la Seguridad Social. Para ello, se ha incrementado el número de féminas que forman parte de la directiva, teniendo así más voz».
En el congreso de ayer de COAG-IR, el actual presidente de la organización tuvo unas emotivas palabras para su antecesor. «Todo lo que sé del mundo de la representación agraria y gran parte de lo que soy hoy en día se lo debo a Pedro. Cuando tengo una duda se la pregunto siempre a él», dijo.
Fuente: laopiniondemurcia.es
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