La integración de la ganadería está empezando a tener repercusiones nefastas en la economía navarra. Tendencia imperante en sectores como el avícola, el modelo por el que los medianos ganaderos pasan a formar parte de grandes grupos nacionales que corren con los gastos de la explotación, pero que también se llevan sus ingresos avanza imparable ahora entre las granjas de porcino. En poco más de un año, un tercio de la producción de cerdo que tiene lugar en Navarra ha pasado a manos de empresas de fuera. También el negocio que mueven y, de forma más preocupante, los impuestos por IVA que generan, de manera que ahora se recaudan en la Comunidad foral unos 8 millones de euros menos de IVA por este concepto. El origen del fenómeno está en la crisis que el sector porcino viene arrastrando desde el año 2008 a consecuencia de la subida de precios de los cereales, que se han encarecido un 40% aproximadamente. Este factor ha cambiado el panorama y ha hecho que lo que eran explotaciones familiares se hayan integrado en grandes empresas con base de cotización en Cataluña, principalmente.
Durante el año pasado se produjeron cuatro grandes operaciones: la granja San Fermín, con un total de 5.000 cerdas en producción pasó a la órbita de Valls Company, que compró una fábrica de piensos y matadero en Ejea de los Caballeros, enclave desde el que realiza el abastecimiento a las granjas integradas; las granjas Romualdo Villanueva de Mendigorría, dos explotaciones de 2.500 madres fueron integradas por Piensos del Segre que también realiza desde allí el abastecimiento; la granja Larraiza de Artavia, con un censo de 2.000 cerdas en producción, estaba dentro de una integradora navarra y ha pasado a la integradora catalana Piensos Costa, la misma empresa que ha integrado a Granjas Villanueva de Artajona, dos explotaciones con 6.000 reproductoras. De esta manera, de las 55.000 reproductoras que había en Navarra a comienzos de 2012, 18.000 cerdas se han convertido en propiedad de inversores catalanes.
¿Qué supone esto desde el punto de vista económico para Navarra? Fundamentalmente, la pérdida de impuestos directos e indirectos. Por el lado de los impuestos directos se dejan de ingresar 7,2 millones: un 10% correspondiente al IVA de la venta de cerdos (casi 5 millones), un 10% de la venta de cerdas (164.000 €), y un 10% de la compra de piensos (casi 2 millones). La pérdida en impuestos directos (sociedades), asciende a 461.000 €. Lo peor es que estas cifras posiblemente irán a más en 2013, puesto que los integradores siguen a la busca y captura de nuevas oportunidades de compra y se habla del inminente trasvase a Cataluña de otras 9.000 cerdas.
¿Qué hacer ante este peligro? Desde el INTIA y varios ganaderos a título particular se ha intentado alertar a la Administración del riesgo de que se pierda prácticamente toda la cabaña porcina y aunque se intentaron buscar soluciones desde el Plan Moderna, no fructificaron. El árbol está muy maduro y muchos piensan que una nueva crisis de precios puede dar al traste con otra parte importante del sector.
Los técnicos creen que la clave está en la unidad y en conseguir un tamaño suficiente para ser competitivo, pero también indican que es importante ajustar gastos en alimentación con tres medidas fundamentales: la unificación de fábricas de piensos para ahorrar costes, mejora de la eficiencia de producción de los cebaderos y la unificación de compras conjuntas.
fuente. diariodenavarra.es
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