Andalucía es una gran potencia agroalimentaria dentro de Europa. Hasta tal punto que si en lugar de ser una región de España fuera un estado miembro más de la UE ocuparía el undécimo puesto en producción agraria, con una facturación de 23.800 millones de euros, más otros 9.000 de valor añadido, siendo un sector que suma el 8% del PIB andaluz y que asume el 9% de todo el empleo de la comunidad. Pero todavía queda mucho por avanzar, y ayer el consejero de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, Luis Planas, se encargó de desglosar esas potencialidades en una conferencia organizada por el Foro Economía y Sociedad.
Así, el responsable autonómico puso un simple ejemplo de las necesidades de crecimiento andaluzas, y es que si por cada euro en producto fresco que se genera en la comunidad autónoma se le añaden 23 céntimos del valor añadido, esa cifra a nivel nacional es de 51 céntimos, mientras que para Cataluña supone 1,23 euros. «Queda, por tanto, mucho por hacer en el aspecto de la transformación agraria y mucho margen para seguir desarrollándonos». Y para ello lanzó un mensaje de unidad entre administraciones, productores, investigadores y empresarios del ámbito privado.
Porque, según Luis Planas, se avecinan tiempos que para Andalucía, en el caso de saber aprovecharlos, pueden ser excelentes. Como el hecho de que, según la FAO, la demanda de alimentos de aquí al año 2050 subirá un 70%, lo que supone una oportunidad de oro para la externalización de las empresas agroalimentarias (sólo las exportaciones andaluzas crecieron un 7,6% fuera de la UE en el primer semestre del año, por valor de 3.900 millones). También que las previsiones del Banco Mundial indican que para 2030 habrá en el mundo más de 3.000 millones de consumidores de clase media (especialmente en Asia y el norte de África) y que entre 2014 y 2020 la Unión Europea va a destinar 4.500 millones de euros para investigación en la seguridad alimentaria, la bioeconomía y la producción sostenible.
Al respecto, el consejero apuntó que Córdoba es el auténtico «centro neurálgico» en materia de investigación agroalimentaria con los tres centros con los que cuenta el Ifapa, el Parque Agroalimentario Sur y la reciente creación de Agrópolis, al tiempo que insistió en seguir basando esa fortaleza del sector en la calidad, la sostenibilidad y la innovación.
Fuente: abc
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