Queso de Cangas madurado en Onís. La apuesta decidida por la calidad, por encima de la rentabilidad, ha hecho que la quesería de gamonéu D'Onao, con denominación de origen protegida del valle, se haya codeado en los últimos días con los más destacados productos en un salón celebrado en Madrid. Era una invitación que los titulares de la quesería canguesa no quisieron dejar pasa. El resultado fue que este queso cangués, se convirtió en una de las atracciones del Taller de los Sentidos de la XVII edición del Salón internacional de Gourmets para buena parte de los 80.000 visitantes que pasaron por el evento.
«El que siembra recoge», señalaron al unísono los queseros Belén Bulnes y Manolo Blanco, de la localidad canguesa que le da nombre a su quesería, en referencia a los cuatro años de brega por su producto. Desde su participación en el salón internacional del gourmet el teléfono no ha parado de sonar. Les llaman desde todos los puntos de España y ya tienen pedidos de Madrid, Galicia, Valencia y Sevilla. Es, dicen los elaboradores, una de las recompensas que tiene la plena dedicación que requiere su trabajo, pues, además de fabricar queso, tienen su propio ganado, que aporta la materia prima.
«Aquí no hay descanso desde las seis de la mañana hasta, si todo va bien, las nueve y media de la noche», puntualizó la quesera Belén Bulnes. El matrimonio se reparte el trabajo y otros familiares ayudan cuando hace falta salir a vender o atender el ganado. La familia se dedica a la ganadería desde 1950 y la quesería se abrió en 2009. Actualmente cuidan de 40 vacas, 40 cabras y 25 ovejas, todo ello para elaborar queso con una proporción de las tres leches de 60, 35 y 5 por ciento, respectivamente.
Con la leche mezclada elaboran queso de Gamonéu, una variedad ahumada con madera de roble que maduran en la Cueva Oscura, situada a 700 metros de altitud, en la vecina localidad oniense de Avín. Las piezas más pequeñas se maduran durante dos meses pero las grandes, de entre 7 y 10 kilos, pueden permanecer a oscuras hasta cinco meses. También elaboran cremas de queso. Elaboran unos 5.000 kilogramos al año -15 al día en épocas de máxima producción-. Venden por la zona buena parte de la producción. Al resto del producto le dan salida recorriendo ferias gastronómicas e incluso están empezando a exportar a Holanda. Y es que, pese a que la producción está toda vendida casi de antemano, «hay que seguir abriendo mercado por si falla alguien».
Bulnes señaló que iniciaron su andadura cuando el Principado puso en marcha un plan de ayudas para recuperar el gamonéu y revitalizar el sector ganadero.
Fuente: lanuevaespaña
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