En la Comunidad de Madrid, hace tan solo 40 ó 50 años, alrededor de los núcleos de población, como la ciudad de Madrid, existían cinturones de huertos. Los vecinos de entonces recuerdan los huertos urbanos de «La China» y «Vallecas» y las periurbanas de Perales del Río, Fuenlabrada y Leganés, por un lado y las de Arganda, Velilla de San Antonio y Mejorada del Campo por otro, y ya las más alejadas del Guadarrama y el Alberche, del Henares, del bajo Jarama, del Tajo y del Tajuña, las cuales abastecían nuestro mercado con los productos de temporada que allí se daban.
Actualmente nuestra horticultura comercial, se asienta prácticamente sobre dos comarcas, la suroccidental y la de las Vegas, concretamente sobre los términos de Villa del Prado, Navalcarnero en la primera y San Martín de la Vega, Ciempozuelos y Aranjuez en la segunda.
Existen aproximadamente unas 250 has. de invernaderos, ubicados en las localidades de Villa del Prado y San Martín de la Vega, orientadas la primera al cultivo de pepino, tomate y la judía verde, y en la segunda a la producción de espárrago verde.
Villa del Prado. Este municipio, conocido como “la Huerta de Madrid”, es el de mayor producción de verduras y hortalizas de toda la región, y el máximo exponente de la alta calidad de la agricultura madrileña.
La especial climatología de Villa del Prado -aquí se registran las temperaturas máximas de la comarca y las mínimas más altas- hace que se haya convertido en un lugar idóneo para diversos cultivos, destacando por su singularidad el sector de hortalizas frescas. La superficie hortícola cultivada en estas tierras asciende a más de 90 hectáreas, siendo la más importante económicamente la que se cultiva bajo plástico, en invernadero (40 hectáreas), aunque la más extensa es la que se cultiva al aire libre (50 hectáreas). Los agricultores de la Huerta de Villa del Prado producen acelga, pepino, tomate, judía verde, calabacín, cebolla, coles, puerro, además de cereal, viñedo y olivar.
Villa del Prado goza de un particular microclima que le ha valido el sobrenombre de la Huerta de Madrid. Presenta más de 90 Has de cultivos, de los cuales 40 son bajo invernadero. Sus productos de temporada incluyen entre otros, acelga, pepino, tomate, judía verde, calabacín, cebolla, coles, puerros, calabaza, escarola, apio, lechuga y variados tipos de coles.
“Es notoria la trascendencia histórica y natural de los productos hortícolas de la zona de Villa del Prado en la agricultura madrileña, así como la calidad que éstos atesoran”, incidió Villamediana. Esto, unido a la existencia de un gran mercado cercano, como es la Comunidad de Madrid, que demanda confianza en todo el proceso de producción y comercialización, indujo al Ejecutivo regional a crear un sello de garantía que certifique la calidad y seguridad de los productos a los que ampara.
Surge así la marca de garantía “Huerta de Villa del Prado”, que certifica la calidad, origen geográfico y condiciones de producción de estos afamados cultivos de huerta. Con esta marca de calidad, la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio pretende dar un mayor valor añadido a los productos de la huerta de Villa del Prado, garantizando al consumidor las características de calidad de estos alimentos.
En cuanto a la comercialización, en primer lugar hay que decir que nuestro mercado natural era y sigue siendo Madrid.
La comercialización de la horticultura madrileña se encuentra favorecida por la ubicación. La proximidad a un mercado de 5 millones de consumidores permite ofrecer un producto fresco y con menor coste de transporte.
Formas de comercialización: en MercaMadrid, venta directa por los agricultores. A minoristas y consumidores, en la propia explotación o en los mercadillos locales.
Los cultivos hortícolas de la Comunidad de Madrid representan el 15% del total de las entradas de MercaMadrid.
Villa del Prado goza de un particular microclima que le ha valido el sobrenombre de la Huerta de Madrid. Presenta más de90 hectáreasde cultivos, de los cuales 40 son bajo invernadero. Sus productos de temporada incluyen entre otros, acelga, pepino, tomate, judía verde, calabacín, cebolla, coles, puerros, calabaza, escarola, apio, lechuga y variados tipos de coles.
Los prouctores bajo invernadero suelen realizar dos cultivos al año. Primero, de primavera –verano a base principalmente de pepino corto o español y algo de tomate. Y otro de otoño-invierno, donde predomina la acelga.
En Villa del Prado (Madrid), la recolección de acelga es manual y escalonada, cortando las hojas exteriores, lo que favorece el desarrollo de hojas nuevas, consumiéndose así las hojas más tiernas. Éstas se comercializan en manojos de un kilo. Las hojas deben recogerse cuando tienen un tamaño adecuado para formar los manojos, sin esperar a que alcancen su máximo desarrollo.
Los pepinos cortos, tipo espanol, que mayoritariamente se cultivan en Villa del Prado con destino al mercado de Madrid, han de ser de unos140 mmde longitud y alrededor de45 mmde diametro. El peso unitario suele estar alrededor de los150 g. Los cultivares habitualmente empleados por los agricultures para este mercado en fresco son aquellos que tradicionalmente se han empleado en nuestro pais para hacer encurtido de pepinillo, por lo que habitualmente, aunque sean cosechados con ese tamano tan grande suelen presentar espinas. Normalmente los consumidores suelen preferir pepinos de color verde oscuro.
fuente: fundacioncajamar.es
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