Los sacrificios de ganado ovino se han hundido en los últimos ocho años, reduciéndose prácticamente a la mitad, lo que da una idea de la magnitud y de la gravedad de la crisis que se ha adueñado de este sector.
En el año 2004 se sacrificaron en los mataderos españoles 20,2 millones de cabezas de ovino, corderos en su mayor parte; en 2012 la cifra fue de 10,56 millones, de los que 9,9 correspondieron a los corderos.
Estas últimas cifras suponen también un recorte del 7,1 y del 6,5 por ciento con respecto a 2011, cuando se mataron 11,3 y 10,5 millones de cabezas respectivamente.
Por otro lado, durante los últimos años se ha registrado también un descenso acusado del consumo de carne de ovino como consecuencia de los cambios en los hábitos culinarios; prácticamente tan solo se utilizan las chuletas y los cuartos delanteros y traseros de los animales más pequeños, mientras que los restantes tipos de carnes, que se usaban para guisos, han caído en picado.
En el polo opuesto se encuentra el ganado equino, ya que a consecuencia de la crisis económica se ha disparado el número de sacrificios de caballos, al no poder asumir sus dueños el coste de alimentarlos y mantenerlos. Así, en 2012 se registró un incremento del 46,9 por ciento respecto a 2011 superando los 70.000 animales; hasta 2010 las cifras de sacrificio se habían mantenido entre los 25.000 y los 30.000 animales, creciendo en 2011 hasta un poco más de 50.000 cabezas, según los datos recogidos en la última Encuesta de Sacrificio de Ganado del Ministerio de Agricultura.
En ganado vacuno, los datos globales reflejan estabilidad, aunque, eso sí, hubo importantes diferencias según las categorías. En el caso del porcino se alcanzaron los 42,3 millones de animales, lo que supuso un incremento del 1,3 por ciento.
Fuente: larazon.es
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