El mantenimiento de la superficie de siembra tanto en Salamanca como en el resto de Castilla y León —que volverá a estar entre las 20.000 hectáreas— ha causado sorpresa entre los productores, que esperaban un importante aumento de las hectáreas como consecuencia de los buenos precios alcanzados en la campaña anterior y, sobre todo, por los problemas de rentabilidad que arrastra la remolacha.
Así lo confirma Guillermo Ruiz, responsable del sector patatero en UCCL, “pensábamos que se iba a incrementar el número de hectáreas cultivadas porque es lo que tradicionalmente ocurre después de una buena campaña, pero finalmente no ha sido así”.
“Se trata de un cultivo cíclico y con unos precios muy inestables, a lo que se une el hecho de tratarse del cultivo más caro de producir con una inversión media entre los 5.000 y 6.000 euros frente a los 3.000 que supone el cultivo de la remolacha”, reconoce Ruiz.
Tampoco este año el comienzo de la campaña será todo lo tranquilo que les gustaría a los agricultores. Las fuertes lluvias caídas en Francia y Holanda causaron importantes daños en las patatas, dañando por tanto las semillas.
Fuente: Lagacetadesalamanca
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