«En Castela produciron moi pouco. Choveu xusto na época de floración e houbo zonas onde xa nin recolleron porque non era rendible, pero o motivo do elevado prezo do cereal hai que buscalo máis lonxe». Son palabras de Anxo Pérez Rúa, del Sindicato Labrego Galego, que justifica el alza vivida este año en los problemas climatológicos que han sufrido dos de las principales zonas productoras del mundo, la de Estados Unidos y la de Rusia y Ucrania. Los rusos, por ejemplo, han llegado a prohibir las exportaciones del producto para poder así satisfacer la demanda interna tras los incendios y la sequía que afectaron al sector, provocando así un incremento en los precios en todo el mundo.
Además, los especuladores, según apunta Pérez Rúa, están jugando con los cereales. Los grandes bancos, asegura, compran grandes cantidades y las almacenan. En esas condiciones, el producto que sí llega al mercado convencional acaba subiendo de precio. Pese a que, de entrada, esto beneficia a los agricultores locales, el responsable del sindicato Labrego Galego en Xinzo advierte de que, en cualquier momento, estas corporaciones podrían querer vender sus reservas. Habría, entonces, más oferta y se provocaría, por lo tanto, un drástico bajón en los precios.
Fuente: La Voz de Galicia
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