AGRO 2.0 ESPAÑA Los jueces más jóvenes para las vacas

«Me va a costar dormir la noche anterior», confiesa el taramundés Borja Testa. Este joven estudiante del Instituto Elisa y Luis Villamil de Vegadeo es uno de los doce participantes que este año se han sumado al proyecto «Ganaderos con escuela» y que el sábado se convertirán en jurado del concurso de ganado de la 50.ª edición de la feria de muestras. Toda una responsabilidad que afrontan con mucha ilusión.

Los alumnos, todos estudiantes de primero de Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO), recibieron ayer el carné que acredita su condición de jueces y que les capacita para su labor del sábado, cuando deberán examinar las reses presentadas al VI Concurso de Ganado Vacuno Asturiana de los Valles. Este año los ganaderos han optado por reservar para el concurso infantil -sin premio económico asociado- algunas de sus reses. El sábado a mediodía deberán analizar los ejemplares, según las nociones aprendidas, y decidir entre todos cuál merece ser premiada. El galardón se entregará el domingo a las doce en la carpa de ganado.

La iniciativa «Ganaderos con escuela» cumple su segundo año de andadura. Nació el año pasado en el marco del Proyecto Educativo de Comarca y gracias a la implicación del instituto veigueño, los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Vegadeo y el Plan Municipal sobre Drogas de Vegadeo y San Tirso de Abres. Este año además los alumnos participantes en la primera edición han contribuido a la difusión del proyecto narrando a sus compañeros lo positivo de la experiencia vivida.

El proyecto cuenta con varios objetivos que van desde la dignificación y la mejora de la imagen de la profesión de ganadero y la puesta en valor de los conocimientos y la experiencia de las familias de los alumnos -muchos de ellos vinculados del sector primario-, hasta el fomento del espíritu emprendedor en los pequeños para que vean el campo como una opción de vida y puedan elegir la comarca para asentarse en un futuro. Añade la educadora familiar de Vegadeo, Noelia Lastra, que también se persigue «romper estereotipos entre los niños de pueblo y los de ciudad» y acabar con los mitos que rodean a la actividad agraria.

Y parece que la idea está calando hondo ya que algunos ya lo valoran como Rubén Rodil, que dice muy serio que «tal y como están las cosas» lo de la ganadería puede ser una opción de futuro. Incluso su compañero Borja Testa lo contempla como una oportunidad para diversificar, aunque pueda tener un trabajo al margen del sector agrario. Joaquín Villamil también lo tiene claro aunque en su caso, más que el vacuno, lo que le gusta es el ganado caprino.

Para obtener el título de jueces los escolares han tenido que superar una etapa formativa en la que ha colaborado activamente la Asociación Española de criadores de ganado vacuno selecto de la raza Asturiana de los Valles (Aseava).

Además de formación teórica en el aula, los alumnos han participado en un taller práctico en la ganadería veigueña Estelo. La práctica les ha servido para conocer los rasgos distintivos del ganado y poder valorar los lotes presentados a concurso.

Charo Gutiérrez acudió ayer al centro en representación de la asociación Aseava y se mostró satisfecha con el resultado de la actividad. Sobre todo, explicó, porque ofrece la oportunidad de demostrar a los más pequeños que los conocimientos que obtienen en las aulas no están reñidos con un futuro en el sector agrario. «Es totalmente compatible con el estudio y además es necesario porque hoy en día las ganaderías están informatizadas con lo que hay que tener conocimientos y exigen mucho papeleo y estar al día. Es necesario profesionalizar la ganadería y esperemos que poco a poco lo consigamos. Desde luego nosotros como asociación ponemos nuestro granito de arena para lograrlo», explica.

Gutiérrez es consciente de que la profesión de ganadero es muy exigente y por tanto «tiene que gustarte». Al margen de los gustos, lo fundamental, dicen los organizadores, es educar para que aquellas personas a las que les gusta lo puedan ver como una opción de futuro tan válida como cualquier otra. Sobre todo en estos tiempos de dificultades económicas en los que muchos valoran el regreso al mundo rural.

Fuente: lanuevaespaña