Invernaderos derrumbados, maquinaria encharcada, cultivos recién plantados y anegados por completo se han convertido en la pesadilla de los agricultores del campo de Cartagena y Mar Menor. Las recientes lluvias, más un pequeño tornado que barrió el pasado viernes la zona agrícola de Dolores de Pacheco, pedanía de Torre Pacheco, han dejado el desastre a su paso. «La lluvia hubiera sido buena si esa cantidad de agua hubiera caído en tres días, pero no en dos horas, como pasó. Aquí no sabe llover», dice Félix Garre, agricultor y representante del sindicato agrario Coag-IR.
Este revés ha sorprendido a los productores en uno de los peores momentos, ya que acababan de plantar los cultivos de invierno, coliflor, brócoli, calabacín y alcachofa. La inversión recién sembrada se ha convertido en muchos casos en un desembolso irrecuperable, ya que los pequeños plantones son demasiado vulnerables para el exceso de humedad y, por tanto, presa fácil de las plagas en los próximos días. «Los cultivos que no están anegados empezarán a tener problemas fúngicos y los árboles de cítricos empiezan a engomarse. Los que están encharcados de agua, tardarán unas dos semanas en secarse porque el nivel freático de la zona es muy alto», explica Garre.
Una de las primera tareas en las explotaciones es la recuperación de las mangueras del riego por goteo para reponerlas cuanto antes y así aplicar con celeridad los tratamientos contra las plagas por hongos causados por el exceso de humedad. «El problema es que las últimas campañas han sido malísimas, los agricultores se han quedado sin solvencia económica, sin capacidad de respuesta para reparar ahora la maquinaria, comprar nuevas plantas, levantar nuevos invernaderos», señala Garre. Asegura que «muchos no replantarán en las zonas que se han inundado, por falta de recursos económicos. Tirarán con lo que les quede».
Los peor parados, los que tienen sus cultivos más cerca de las ramblas y avenidas, que han visto cómo arrastraban casi todo, desde máquinas hasta plantas. Los agricultores mantuvieron ayer una reunión con los responsables municipales de Torre Pacheco para valorar los daños y analizar las posibles soluciones, aunque «hay problemas que irán saliendo en las próximas semanas, como las plagas», apunta Garre.
Frágiles lechuga y apio
Una de las zonas más afectadas por el tornado ha sido la que se extiende entre Pozo Aledo y Dolores de Pacheco, un espacio entre los municipios de Torre Pacheco y San Javier. Emilio Martínez, representante de Coag en San Javier, afirma que «el agua que ha desbordado las ramblas y las cunetas ha hecho mucho daño». Según el agricultor, los cultivos más vulnerables son los de lechuga y apio, que precisamente ocupan una mayor superficie en la zona del campo del Mar Menor. «Si a las plantas de apio o lechuga le ha entrado tierra, terminarán por pudrirse. En cambio la planta de la alcachofa es más resistente», explica.
Martínez se queja también de la escasa capacidad de la que disponen los agricultores para remontar el desastre después de una campaña de verano que ha sido «de pena, con el pimiento a precios de entre 12 y 20 céntimos -en origen- mientras se cobraba a 1,70 en los supermercados, o limones a 30 céntimos el kilo cuando se ponía a más de un euro al consumidor». «Todo unido a los robos de cables, de automatismos de acero y de cultivos que estamos sufriendo, mientras vemos pasar tranquilamente coches llenos de chatarra para vender», lamenta el agricultor de San Javier.
Fuente: laverdad.es
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