El término municipal ilicitano cuenta, a juicio de expertos consultados, con un microclima y unas condiciones «ideales» para la agricultura, lo que representa una ventaja «fundamental» con respecto a otras zonas no solo de España sino también con otros países de Europa.
La crisis económica hizo que muchos hijos de agricultores que en su momento decidieron marcharse a la ciudad en busca de nuevos objetivos, decidieran regresar al campo recuperando parcelas que se habían dejado por falta de brazos para trabajarlas convenientemente, pero que eran muy productivas como se ha vuelto a poner de manifiesto.
Hasta ese momento, la superficie cultivada del Campo de Elche había ido cayendo desde la última década del pasado milenio, pasando de las más de 19.000 hectáreas existentes en 1991, a las más de 10.500 que fijó el último censo agrícola realizado por la Conselleria de Agricultura en 2011.
Por contra, dicho censo evidenció un notable incremento de la superficie dedicada al cultivo de flores y plantas ornamentales y los viveros, que se consolidó a lo largo de 2006. La transformación se enmarcó, de acuerdo con los datos del estudio de la conselleria, como un síntoma del nacimiento de una nueva cultura empresarial, en la que la que estaba primando sobre todo la tecnología y el aprovechamiento de los recursos existentes.
La granada, con más de un millar de hectáreas, era ya el producto agrícola ilicitano por excelencia al acaparar el 40% de la superficie cultivada . El término municipal de Elche ocupa el tercer lugar en cuando a municipios agrícolas más importantes de la provincia.
Fuente: lasprovincias.es
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