El mercado mayorista asegura que se ha disparado la venta porque se ha convertido en una socorrida alternativa en la mesa del pobre. "Todavía sigue barata para todo lo que aporta", asegura Joan Llonch, uno de los líderes del sector
Patata hervida, frita, en un estofado, como plato principal o para acompañar: "Es socorrida, alimenta, es sana y le gusta a todo el mundo... y no es cara", apunta el propietario de Patatas Torribas (distribuyen más de un millón de kilos semanales en Catalunya), Francesc Casamitjana. Y, quizás por todo esto, la crisis ha hecho que sea un valor al alza. La patata es un refugio. En Mercabarna esperan cerrar el año con unas 230.000 toneladas comercializadas, cuando hasta el 2006 no se había llegado a las 180.000. Y aunque desde julio están subiendo los precios, casi a niveles del 2010 -a unos 36 céntimos el kilo de media, diez más que lo que costaba en junio- no creen que se venda menos. De hecho, la subida se debe al aumento de la demanda en un año en que la producción ha acompañado.
"Todavía sigue estando barata para todo lo que aporta", asegura Joan Llonch, gerente de Gavà Grup, uno de los líderes en importación y exportación de fruta y hortaliza de Catalunya. Llonch también ostenta el cargo de presidente de la Asociación de Concesionarios de Mercabarna. "Desde que comenzó la crisis, ha ido aumentando la demanda de patata", añade. Aunque, eso sí, la malas cosechas de algunos años han hecho que no se vendiesen todas las que se podían haber vendido. El caso más significativo fue el 2010, con una terrible temporada en Normandía. Ese año, en Mercabarna tan solo se comercializaron unas 170.000 toneladas -en el 2009 habían sido 191.000- y los precios se dispararon hasta los 35 céntimos. "Pero en el 2011, que estuvieron a 0,34, se vendieron 226.397 toneladas", añade.
Este año el precio ha estado muy bajo, en torno a los 26 céntimos, hasta que comenzó a subir en julio: sequía, el aumento de la demanda de Reino Unido que habitualmente es autosuficiente... "Pero si están subiendo los precios este año desde el verano es porque cada vez se quieren más patatas y este año hay muchas. La producción está yendo bien, no como en el 2010. Y una cosa, el precio es a 36 céntimos el kilo, pero es la media: hay patatas más baratas, como también las hay más caras", añade Llonch.
En cambio, los mayoristas de la Catalunya interior no tienen la misma visión del mercado. Entre los productores locales Antoni Pifarré, un mayorista leridano sostiene que no se han incrementado las ventas y advierte que la sequía ha reducido a producción del orden de un 20 por ciento en España y un 15% en Francia, lo que ha provocado que el precio haya subido a lo largo del año hasta casi duplicarse.
Fuente: LaVanguardia
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