¿Ganadero? Ni hablar. En los últimos años, los jóvenes asturianos se habían desligado un poco del mundo rural en busca de nuevas oportunidades laborales. Los mismos que, en cambio, ahora, con la crisis económica, se ven abocados a volver al campo para poder trabajar. Hasta el punto de que para muchos el sector ganadero y agrícola se ha convertido en una especie de refugio económico.
Aprovechando esta coyuntura, Teverga pretendió ayer, en el XXI Concurso Exposición de ganado vacuno de la raza asturiana de los Valles, celebrado en San Martín, impulsar la actividad ganadera local con la entrega del premio al ganadero más joven del concejo, que recayó en manos de la profesional Anabel Díaz, de Taja. «Nuestro objetivo es que la tradición ganadera continúe y que los jóvenes tomen el relevo», aseguró el alcalde de Teverga, José Belarmino Álvarez.
Bajo esa misma idea, el coordinador de IU Asturias, Manuel González Orviz, presente ayer en el certamen, insistió en la necesidad de apostar por las políticas agroganaderas en un momento en el que la industria está en crisis. «Tenemos que luchar por incrementar los derechos de nodriza, dado que el precio de los forrajes, que es muy alto, depende de la especulación del mercado», señaló. Asimismo, Orviz destacó la importancia de seguir apostando por la incorporación de los jóvenes al sector y convertir el campo en un elemento dinamizador de la economía asturiana.
Por su parte, la directora general de ganadería del Principado, María Rosa Urdiales, señaló como positiva la incitativa de instaurar un premio para el ganadero novato, al servir de «estímulo» para las próximas ediciones. En este sentido, la responsable de ganadería, se refirió al «gran interés» que está habiendo en la presentación de solicitudes para las ayudas a la incorporación de jóvenes al sector agrario y para la modernización de las explotaciones, cuyo plazo concluye precisamente el próximo miércoles, día 10 de mayo.
«Estamos observando que se está produciendo una vuelta al campo», apuntó. En el certamen de ganado participaron ayer un total de 18 explotaciones y 220 vacas. La ganadería más galardonada fue la de María del Mar Cortina, de Campiello, seguida por las de José Escobar, Avelino García y Anabel Díaz, de Taja. En el concurso se valoraban las vacas de «color avellana, pero con rasgos negros en las ojeras y en las patas, una construcción armónica, morro tosco y ancho, cabeza con cuernos hacia arriba y patas finas», tal y como explicó uno de los examinadores Conrado González, de Tineo, que destacó también el alto nivel del concurso.
fuente: lanuevaespaña
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