AGRO 2.0 ESPAÑA La deseada espera de "El Montecillo"

Se cumple la tercera inclusión de esta ganadería toledana en San Isidro, la feria taurina más importante del mundo.
Ser ganadero de bravo es difícil en todas sus facetas, hay que tener afición, una capacidad económica fluida y una inteligencia a la hora de tomar decisiones cruciales para una ganadería. Esta dificultad se convierte hasta en temor cuando tienes que decidir cuando llega la fecha de lidiar una corrida de toros, que animales deben ir o no a la plaza, caso que de acertar en la decisión será crucial y podrá resultar triunfal la tarde, pero de marrar en la decisión un fiasco ronda por toda la casa ganadera.
En ‘El Montecillo’ a un mes de tener que afrontar su compromiso más importante del año, el ganadero Paco Medina junto con su nieto David deciden qué toros han de estar a disposición de la empresa para poder lidiar sus toros en la plaza más importante del mundo, Las Ventas de Madrid. Allí confrontan la experiencia y sabiduría del abuelo con la ilusión y ganas del nieto, quienes teniendo en cuenta muchos criterios vistos en las diferentes familias de la ganadería deben tomar tan ardua decisión.
Los libros ganaderos mandan a la hora de saber reatas, padres, madres y notas de tientas; pero el compromiso venteño obliga a los criadores a tener en cuenta de forma primordial su volumen, peso, seriedad, en definitiva el trapío necesario para pasar el fielato de los veterinarios y lo que es más importante la conformidad del publico de la plaza más importante del mundo. Fruto de la experiencia de haber lidiado muchas veces en Madrid, Paco Medina va a intentar configurar una parrilla de toros abriendo las familias y los sementales de los que procedan caso que al final queda siempre a decisión gubernativa.
Para llevar a cabo tan delicada decisión se procede a ir apartando y revisando uno a uno los animales que están dispuestos y a los que hace un año se les puso unas fundas de protección para así evitar la merma de los pitones y los daños que se puedan producir entre los toros. A caballo y de forma ralentizada se van poco a poco apartando toros hasta congregar en este caso una docena que esperan el último visto bueno del veedor de la empresa antes de embarcarse para Madrid.
Aunque se intenta trabajar en el campo de forma cuidadosa, es frecuente que al alterar la tranquilidad que tienen los toros en el campo se produzcan peleas entre los toros. En estos casos lo mejor siempre es dejar que finalicen su enfrentamiento, pues una intromisión a destiempo a parte de infructuosa, puede ser muy peligrosa.
Ya elegidos y tranquilos los bureles, son conducidos a los cercados donde estarán de forma plácida hasta que el ganadero decida como el caso de esta ganadería, el reunirlos para hacer su ejercicio diario en un corredero construido para este fin. Este desarrollo físico, tan controvertido y discutido entre los ganaderos, según Paco Medina, les da fortaleza y fondo para poder desarrollar lo mejor que llevan dentro en la plaza.
Es además con esta corrida, la segunda ocasión en la que el ganadero de las reses que se lidian a nombre de ‘El Montecillo’ acude esta temporada a la plaza de toros de Las Ventas. Pues el pasado 1 de mayo fue una novillada con pupilos de Medina la que dejó una buena nota en la mayoría de sus ejemplares. Estos novillos tuvieron cualidades para un triunfo mayor y ofrecieron a los novilleros toda su bravura y nobleza para que hubieran triunfado con nota. Ocasión perdida para los novilleros esa tarde pero no para la ganadería de el ‘El Montecillo’, que ya tiene un aliciente nuevo a la hora volver a ver sus reses en Madrid.
En su tercera temporada lidiando corrida de toros, sumara su tercera inclusión en el ciclo isidril, coto reservado a la mejores ganaderías de este país que deben ser además de prestigiosas contar con animales del rasero característico de la primera plaza de toros del mundo. Es por lo tanto un privilegio para nuestra provincia el contar con algunas de las ganaderías elegidas para la feria más importante del año y que tiene la mayor repercusión en el mundo entero.
En la dehesa ganadera cercana a Arisgotas descansan ya los toros de Medina para Madrid junto con otras dos corridas que el ganadero tiene preparadas esta temporada. Pero aquí no se menea un pitón hasta que no se lidie en la capital de España que es el escaparate más importante para los ganaderos de bravo y donde se revalorizan tanto los triunfos de los toreros como los triunfos de los ganaderos.

Fuente: latribunadetoledo.es