Según datos de LA UNIÓ se prevé un descenso medio de cosecha del 21% en las zonas productoras vitivinícolas de la Comunidad Valenciana. En Utiel-Requena y Alicante la bajada puede ser del 20%, del 24% en Valencia, mientras que en Castellón se prevé que se mantenga la producción.
De los 294 millones de kilos de la pasada campaña se puede pasar a 233 millones de kilos en la actual, que se ha iniciado ya en algunas zonas y en variedades más tempranas, aunque de forma generalizada la vendimia de iniciará a finales del mes de agosto principios de septiembre al adelantarse al menos 10 das como consecuencia de la persistente sequia.
Por DD.OO., en Alicante se espera una producción de 27,16 millones de kg frente a los 34 de la campaña anterior, lo que supone una disminución del 20%, pero si se compara con la producción amparada, la disminución puede ser de casi el 30%. En la DO Valencia se espera una producción aproximada de 49,5 millones de Kg frente a los 65 de la campaña pasada. En la DO Utiel – Requena se espera una producción de 155 millones lo que supone una disminución del 20% respecto de la campaña pasada que fue de 193,6 millones de kg y una disminución del 23% respecto del potencial productor de la comarca. Para la IG Vins de la Terra de Castelló se espera una producción similar a la de la campaña pasada, alrededor de 1,5 millones de Kg, ya que los efectos de la sequia se han compensado con la entrada en producción de nuevas plantaciones.
Por subzonas las más afectadas son el Alto Turia con un descenso de casi el 40% y la Marina Alta con una disminución de cerca del 30% respecto de la producción de la campaña pasada.
La Unió de Llauradors señala que a pesar de que el volumen de producción será menor, la calidad de la uva será excelente -debido a la ausencia de enfermedades en la planta.
El secretario comarcal de LA UNIÓ en Utiel-Requena, Alberto Lacruz ha manifestado que “no hay ningún tipo de excusas para que los productores logren un precio más justo por su cosecha al darse todos los condicionantes para ello, como es una cosecha más baja de lo normal y con gran calidad de la uva, un aumento de las exportaciones tanto en volumen como facturación y que no existe vino almacenado en las bodegas”. En este sentido Lacruz reclama “a las bodegas y comercios prudencia a la hora de vender la cosecha ya con prisas y que el agricultor se vea afectado por ello y confía en que, como mínimo, se alcancen los mismos precios que al final de la temporada pasada y que se llegue, como mínimo, a 4,5 € el hectogrado, lo que supondría que al agricultor se le pagaría como mínimo a 0,30 €/kg”.
LA UNIÓ confía que esta tendencia que se inicio el año pasado continue a partir de ahora y no sea un espejismo, por lo que exige un gran pacto entre todos los agentes del sector para hacer una viticultura valenciana viable a largo de los años, con un modelo comercial que no este basado exclusivamente en el “Low Cost” sino en conseguir una fidelidad del mercado en base a una política de incremento sostenible de los precios de venta, de calidad de nuestros vinos y en la potenciación de las variedades autóctonas, pero para ello se tendrá que llegar a un compromiso serio de todos los agentes del sector.
LA UNIÓ también confía y espera que los grandes empresas vitivinícolas de la C.V. no utilicen la nueva normativa sobre los vinos con indicación de variedad y añada como puerta para que entren vinos de fuera de la Comunidad Valenciana y hundan nuestros viticultura y arruinen a las miles de familias que viven de la viticultura en nuestra comunidad sino que sea un complemento para poder abarcar un mayor segmento de mercado.
Fuente: El periódico de aqui
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