José le reza a todo lo que puede. Sobre su cosechadora, una Dominator 204 de casi cinco metros de altura, parece indestructible, pero no lo es. Hace un par de semanas, cuando inició la recogida del trigo, su vehículo se salió del camino que tantas veces había transitado. “Otro poco y me mato”, dice este agricultor de Brea de Tajo, un pueblo de apenas 500 habitantes. El Ministerio de Agricultura renovó hace un par de semanas la Cañada Real Soriana y redujo la anchura del espacio por donde transitan los coches y los vehículos agrícolas. “Se ha convertido en una vereda de tres metros, cuando su anchura legal es tres veces mayor”, resalta el concejal por el grupo municipal socialista, Antonio Castro.
Martín ha interrumpido su jornada de trabajo. Para llegar al punto de reunión, un campo de trigo recién cortado, tuvo que tomar un atajo. “Con esta máquina”, y señala a su cosechadora, “se tiene que ir con una rueda por fuera del camino”, afirma. La obra se ha hecho sobre un terreno elevado y en ocasiones llega a casi un metro de altura. Por ambos lados está delimitada por cunetas, lo que hace difícil que un vehículo agrícola la transite. “Tenemos que avanzar inclinados y es imposible”, dice.
La Cañada Real Soriana, de 24 kilómetros de longitud, se extiende por los municipios de Brea de Tajo, Valderacete y Fuentidueña de Tajo, al sureste de Madrid. Las obras de acondicionamiento se iniciaron en 2012 y se invirtieron más de 350.000 euros. Según información del Ministerio de Agricultura, la renovación ofrece a los viajeros “nuevas posibilidades de ocio”.
A lo largo de este camino se pueden ver hectáreas interminables de olivares, trigales y alguna que otra viña. La actividad agrícola es parte muy importante del paisaje de la comarca. Los girasoles y las encinas forman un mosaico de distintos verdes. La renovación tiene como objetivo, de acuerdo con el ministerio, diversificar la actividad económica de la región potenciando la oferta turística.
Martín, sin embargo, discrepa. “Se han cargado la cañada. No pensaron en los agricultores”. En esta época, las máquinas cosechadoras utilizan la vía pecuaria para acceder a las fincas donde laboran, pero tras las obras terminadas no hay ancho para circular, asegura el edil socialista Antonio Castro “No hay ni un solo acceso a sus terrenos, los eliminaron por completo”, se queja el concejal del PSM.
“Se ha convertido en una vereda de tres metros, cuando su anchura legal es tres veces mayor"
Concejal por el grupo municipal socialista, Antonio Castro
Este proyecto se une a los más de 8.600 kilómetros existentes de caminos naturales reconstruidos por el Ministerio de Agricultura desde 1993. Del total, 1.236 han sido vías verdes; es decir que se han hecho sobre antiguas plataformas de ferrocarril. Pero también hay caminos que se han erigido cerca de canales, en vías pecuarias, sendas e, incluso, antiguos caminos públicos. “Vuelven a ser utilizados por una población que demanda cada día más el contacto con la naturaleza”, destaca un portavoz ministerial.
Desde el inicio de los trabajos, el objetivo principal fue reutilizar las infraestructuras históricas o dominios públicos como itinerarios no motorizados. Es decir, que se le daba preferencia a los peatones, senderistas y a los turistas en bicicletas.
Hasta diciembre 2011, el ministerio había invertido más de 157 millones de euros en la renovación de caminos naturales, según los datos más recientes. “Se ha beneficiado a cientos de municipios de toda España”, subrayan desde Agricultura. En los últimos años, el aumento de kilómetros ha sido considerable debido a la puesta en servicio de grandes caminos como los de la Cordillera Cantábrica, el Tajo, Senda del Duero, Villuercas, Guadiana, Fuerteventura o Somontano.
Al inicio de estos proyectos, la inversión llegó a los 300.000 euros y se reformaron más de 12 kilómetros en todo el país, durante el primer año. El programa tuvo un impulso importante a partir de 2009, pues la renovación de caminos naturales se reconocía como una herramienta básica para el desarrollo sostenible del turismo. El mayor gasto se realizó en 2011. Se destinaron cerca de 50 millones de euros, un 25% más que un año antes. Ese año se reformaron 4.370 kilómetros, según la información del ministerio.
Aun con el desacuerdo de los campesinos, hubiera sido imposible que la Cañada Real Soriana conservara las mismas dimensiones. De acuerdo con la información de Agricultura, las especificaciones técnicas para la plataforma de los caminos naturales varía entre dos y tres metros de anchura. Es posible encontrar senderos con anchura de 1,5 metros, pero depende de las características de cada vía.
Ahora es mejor buscar un atajo, pisar el campo que no es nuestro"
Manuel, agricultor de Brea de Tajo
“Es un peligro mortal y un riesgo para la economía de un agricultor”, replica Castro. En el supuesto de que un tractor o una cosechadora vuelque, detalla, es necesario de una grúa y un remolque para llevar el vehículo a reparación. Además, subraya: “El Ayuntamiento que está por velar por los intereses de un pueblo dedicado a la agricultura no ha hecho nada”.
“Este siempre ha sido nuestro paso. Cuando no estamos sembrando, estamos cosechando. El campo es nuestro único ingreso, vivimos de él”, agrega Manuel. Este agricultor nació hace 73 años en Brea, su vida la ha dedicado siempre al campo.
Al ser uno de los más viejos entre sus colegas de oficio, su opinión manda. “Si ahora mismo nos pusiéramos de acuerdo, haríamos otro carril, luego veríamos lo que nos pasa”, comenta. Pero el miedo los ha dejado con pocas alternativas. “Si hacemos una denuncia formal, quizás ya no nos den más subvenciones y no queremos perderlas. Ahora es mejor buscar un atajo, pisar el campo que no es nuestro”, dice entristecido.
FUENTE: AGROINFORMACION
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