AGRO 2.0 ESPAÑA: La alegría del campo y sus alpendres

El potente frente frío que entraba a primeras horas de la mañana por el Archipiélago, vía La Palma, ha regalado al norte de las islas la tercera lluvia con cierto fundamento de este otoño, tras las precipitaciones del pasado mes de septiembre, de las que cabe destacar especialmente las del día 24, que se saldaron con 41 litros por metro cuadrado en San Bartolomé de Tirajana, 35 en Valleseco y 27 en Teror.

Ayer, en las medianías del Norte, el frente se veía venir, literalmente, con procedencia noroeste con una mañana y un mediodía en los que aumentaba la actividad en los aliviaderos, y en los canales que llegan a los estanques y aljibes en la misma proporción en la que se acercaba un nubarrón interminable que, como así se calculaba sobre el terreno chocara con Gran Canaria a primeras horas de la tarde, como efectivamente ocurrió.

"Para mí, con la sequía que tenemos, este chubasco es como si fuera de 1.500 litros", aseguraba Esteban Rodríguez, un agricultor papero de Teror que le daba la bienvenida al agua caída del cielo, pero que a su vez rogaba que no llegara en plan "tsunami", ya que es tanto lo seco, "que como se enrale nos derrumba algo".

Los que han ido plantando papa de invierno acumulan ya tres riegos, caso de Rodríguez. Y los pastores también se frotaban ligeramente las manos. "Aunque habrá que esperar unos 20 días", explica Isidoro Jiménez, que subraya que la sequía ha acabado este año con la tradicional trashumancia de los meses de verano a la cumbre, que practican 13 pastores, por falta de pastos. Un año ruinoso a efectos económicos porque tienen que sustituir la dieta por pienso.

Las ovejas empiezan a parir de este mes para el otro. Es fundamental para garantizar la calidad de los quesos que este ganado disfrute de buenos pastos. "Con pastos hay flores, con flores y pasto hay comida, y los quesos adquieren una calidad increíble, que es cuando esta lluvia llega redonda".

El tercer efecto tiene también que ver con la economía, no solo por el ahorro puntual de un riego, sino por unos precios del agua que podrían comenzar a bajar.

Fuente: lasprovincias.es