Greenpeace considera que el año 2012 se ha caracterizado por un retroceso en la defensa del medio ambiente por parte del Gobierno de Mariano Rajoy, como lo demuestran, asegura la organización, la reforma de la Ley de Costas y la política energética y pesquera que ha realizado.
Según indica Greenpeace, la reforma de la Ley de Costas "ha dejado de lado a la sociedad por los intereses empresariales y la apuesta por el ladrillo", suponiendo una desprotección de los ecosistemas, la prolongación de la ocupación privada del litoral 75 años más y el no tener en cuenta el peligro y los costes del cambio climático.
Otra de las razones del "suspenso" de la organización al Ejecutivo del PP es su política pesquera centrada en beneficiar a las flotas industriales destructivas en vez de a los pescadores artesanales y olvidándose de la protección de los océanos.
"Suspende también la Ley de Residuos, que conlleva un retroceso al eliminar el sistema de devolución y retorno de envases", apostilla Greenpeace, quien subraya que el cambio climático es el reto más urgente al que nos enfrentamos y, sin embargo, ha sido dejado de lado por el Gobierno.
En ese sentido, asegura que España no se ha sumado al grupo de países de la UE que apuestan por una reducción del 30% de las emisiones y asegura que el Ministerio de Industria se ha impuesto en competencias medioambientales, implantando una moratoria de las primas a las energías renovables y manteniendo su apuesta por la energía nuclear, el petróleo y el carbón.
"A pesar de la nefasta política del Gobierno, en 2012 podemos celebrar importantes victorias medioambientales como el cierre de la central nuclear de Garoña y de la central térmica de carbón de Pasaia, la paralización de la refinería Balboa o el varapalo del Constitucional a la Ley del Suelo en Murcia", declara Mario Rodríguez, director de Greenpeace.
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