La Consejería de Medio Ambiente y Emergencias del Cabildo de Gran Canaria plantará 6.000 árboles en los próximos cinco meses para convertir en cortafuegos naturales los cauces de varios barrancos de la isla, según ha informado su titular, María del Mar Arévalo. La actuación de la corporación, que costará 136.326 euros, servirá para reducir "la peligrosidad" de los posibles incendios que en el futuro se pudiesen producir en la isla, ha señalado en un comunicado la consejera.
Plantas canarias y agroforestales como castaños e higueras, entre otras, que son más resistentes al fuego que la mayoría de las que pueblan en la actualidad los cauces servirán para repoblar 12 hectáreas de Tocodomán (La Aldea), El Brezal (Santa María de Guía), Jiménez (Firgas), La Calva (Arucas), El Pino, Cañada Los Granadillos, Basayetas y Capellanías (Teror) y San Lorenzo (Las Palmas de Gran Canaria).
Esta iniciativa del Cabildo persigue el fomento del establecimiento de formaciones vegetales más resistentes al fuego y la restauración de los ecosistemas autóctonos.
La corporación persigue con esta acción la creación de "barreras verdes" en Gran Canaria, según ha apuntado Arévalo, quien ha subrayado que es más difícil controlar especies exóticas que la vegetación típica de la isla, por lo que los esfuerzos se encaminarán hacia la recuperación de los ecosistemas tradicionales".
Para ello, el Cabildo controlará, mediante el desbroce continuado, las especies vegetales más inflamables, aplicará fitocidas o la saca de rizomas y, por último, procederá a la repoblación y riego de los cauces.
Para estas tareas la corporación insular contará con la colaboración de pequeñas empresas locales para contribuir a la mejora de un sector que, como otros muchos, "se ve duramente castigado por el actual contexto económico", ha subrayado la consejera.
Fuente: agroinformacion
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