La consolidación del mercado europeo, en el que Almería es claramente -e incluso con una amplísima ventaja sobre potenciales competidores- el proveedor mayoritario de productos hortofrutícolas, invita a pensar en ampliar horizontes. La internacionalización empresarial almeriense, su balanza de pagos en claro superávit, y la capacidad de incrementar producciones y valor de las mismas son ingredientes para una pócima a la que se le lleva buscando la receta desde hace décadas. Sin embargo, el gran problema de la exportación almeriense reside en la logística. Si, al menos de momento, ese problema está resuelto en el continente europeo gracias al transporte por carretera -que vehicula la práctica totalidad de la exportación- ¿cómo buscar otros destinos?
El Aeropuerto de Almería, en el marco de su modernización (acometida en los últimos años) se ha dotado de instalaciones que cuentan con un equipamiento potencial que permitiría aspirar a una plataforma logística aérea de gran calado. Y todo en una ubicación que lo sitúa a menos de una hora de transporte de los principales centros de producción y manipulado de la provincia de Almería.
«Precisamente la proyección adquirida por este sector, que representa en torno al 80% de las exportaciones de la provincia, y la búsqueda de nuevos mercados ante la consolidación de los destinos tradicionales, convierten al avión en una alternativa óptima para el transporte de sus productos. Más aún si se tienen en cuenta las ventajas que ofrece para el traslado de mercancías perecederas: rapidez, seguridad, alcance y fiabilidad», indican fuentes de AENA Aeropuertos, titular de la infraestructura.
Fuente: Ideal
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