Sabedores de que no en pocas ocasiones el corazón se conquista por el estómago, muchos de los 167 países o regiones presentes en la trigésimo tercera edición de Fitur han traído a la feria su gastronomía más representativa, como reclamo infalible para conquistar al turista. Así, en el original "stand" de Valencia, compuesto por 15.000 esferas blancas serigrafiadas, los visitantes han podido observar cómo se preparan diferentes platos autóctonos, como arroz meloso, fideuá, arroz al horno, arroz a banda y la clásica paella. Y en el de Guijuelo, de unas dimensiones más modestas, pero siempre muy transitado, es posible probar su exquisito jamón.
En el stand de Canarias, además de promocionar en esta edición sus quesos y papas mojo, cuentan con una de las barras más reclamadas de esta actual edición de Fitur, donde sirven zumos naturales de frutas, como piña, uva, fresas, papaya y, por supuesto, plátano.
Y en el de Portugal, los visitantes pueden probar un embutido muy similar a nuestro chorizo ibérico, acompañado por un delicioso pan.
Pero en Fitur 2013, que hasta el próximo domingo ocupa ocho pabellones del recinto ferial Ifema, uno menos que en 2012, también es posible degustar cocinas más exóticas.
Así, en el "stand" de Palestina los visitantes pueden comer pan de pita con aceite y zatar, una mezcla de especias de la zona; dátiles en el de Libia, que regresa este año a la feria; frutos secos de Uzbekistán y un canapé de cremosa de habas con ventresca en el de Perú.
Pero como no sólo de pan vive el hombre, en la feria también hay catas de vino, en las casetas de Aragón, La Rioja, Castilla-La Mancha o Canarias.
De hecho, una de las novedades de esta trigésimo tercera edición de la feria, con un 9,6% menos de superficie expositiva que en 2012 y un 5,5% menos de empresas asistentes, es precisamente "Fitur Alojamiento del Vino", que reúne a una importante selección de establecimientos especializados en enoturismo.
Se trata de establecimientos situados en distintas comarcas productoras, como la Ribera del Duero, la zona de Toro o el Penedès, donde la visita gira en torno a un buen vino y es posible, incluso, dormir entre barricas y viñedos.
Pero además en Fitur se pueden beber mojitos en el de stand de Cuba, una crema de ron en el de la República Dominicana o un combinado de esta bebida, en el de Nicaragua.
Si son más de cerveza, podrán probar Coronitas en el stand de México y la famosa cerveza Prazdroj, tanto rubia como negra, en el de la República Checa, pero también sidra recién escanciada en el de Asturias.
Y para terminar, nada mejor que una "torrijita" de azafrán con melaza de vino o miel artesana, en el stand de Aragón, y un café, de Colombia.
Pregunten en las casetas por los horarios de las degustaciones y catas, pero sepan que si hay mucha gente haciendo cola... algo se cuece.
FUENTE: AGROINFORMACION
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