Las exportaciones de maquinaria agrícola a Europa del Este están registrando algunas mermas en lo que va del 2012 ante el parate de financiamiento a productores agropecuarios por parte de Bancos de Europa Occidental. Esta problemática afecta fundamentalmente a determinados rubros, como por ejemplo sembradoras, donde estos mercados llegaron a representar el 50% de las exportaciones, y hoy este porcentaje se redujo a menos de la mitad.
Según detalla un informe realizado por Adrián Tittarelli, consultor de Price Waterhouse & Co., estos mercados de Europa del Este -fundamentalmente Rusia, Ucrania y Kazajistán- fueron muy importantes en el período 2006-2008. Hacia 2009 se produce una fuerte caída en la demanda de estos países, producto de la crisis internacional. Posteriormente, hacia 2010, comienza a aumentar la demanda y nuevamente a fines de 2011 y en lo que va del 2012 cae fuertemente. Esto se debió a que dichas ventas estaban financiadas mediante préstamos a los productores agropecuarios por parte de bancos de Europa Occidental, los cuales dejaron de financiar.
Punto biz consultó a algunos referentes del sector sobre el impacto en las ventas que tiene esta problemática de Europa del Este. Las empresas más afectadas pertenecen al rubro de sembradoras, cuyos altos precios llevan a que el cliente recurra a los bancos para financiarse. Por su parte, aquellas empresas que exportan equipos más chicos y con precios más bajos, como embolsadoras, extractoras, tolvas autodescargables, no sienten fuertemente el impacto de esta medida.
La fábrica de sembradoras Crucianelli (Armstrong) había concertado una serie importante de operaciones en países como Ucrania, Kazajstán y Rusia, pero el parate en el financiamiento hizo que se cayera gran parte de estas ventas. "En lo que va del año se habrán enviado entre dos o tres máquinas a países de esta región, cuando generalmente enviamos entre 20 y 30 máquinas", contó Carlos Montano. "En un contexto con problemas climáticos y de precios con un aumento en los costos del sector en general- el impacto de esta medida se resiente mucho más", agregó.
Desde Metalfor (Marcos Juárez) también coinciden en las dificultades que surgen con la disminución de oferta de créditos por parte de los Bancos Occidentales a países del este Europeo, y destacan algunos avances que podrían potenciar las oportunidades que existen. "Hubo avances y se ha trabajado fuerte desde las embajadas logrando, por ejemplo, suprimir los visados con Rusia y Ucrania, que en el ámbito de los negocios también es importante, y que debería extenderse hacia otros países como Kazakhstán. Y sin dudas sería vital para las empresas argentinas contar con un financiamiento que sea atractivo y así potenciar las oportunidades que existen", señala José Cisneros, responsable de Comercio Exterior de la empresa. En este sentido, existen algunas iniciativas de líneas del Banco Nación para Bienes de Capital a través de convenios con bancos rusos, como por ejemplo el Banco VTB. "Si esto se materializara, potenciaría nuestras oportunidades en estos mercados", remarca.
De la misma manera, Cisneros manifestó que dicha escasez crediticia afecta sensiblemente las ventas aunque también apuntó a una visión a más largo plazo: "Lo óptimo sería poder crear una mesa de trabajo público-privada donde podamos transmitir nuestras experiencias, nuestras limitantes, los costos de oportunidad existentes y así delinear en conjunto un programa de fomento a la exportación de maquinaria agrícola argentina que tanto interés despierta en el mundo, apoyada por los esfuerzos de las empresas junto con el INTA y otras entidades".
Adrián Scarpeccio, gerente de Comercio Exterior de Súper Walter reconoce que los problemas con el financiamiento comenzaron a verse luego de la crisis financiera. "Hasta ese momento funcionaban bien y representaban un importante arma de competitividad para las marcas europeas. Pero con la crisis estos mecanismos dejaron de ser válidos en la mayoría de los casos", destacó.
De todos modos, remarca que el mayor problema con las exportaciones de maquinaria en general es la erosión de competitividad con el alza de costos internos valorados en dólares. "En 2007-2008 la oferta de la maquinaria argentina tenia un costo 20% menor a la competencia de EE.UU y Canadá, y 30% menor a la europea. En 2011/12 las máquinas argentinas ya no son mas baratas que la competencia europea, y en algunos casos notablemente mas caras que la canadiense o americana".
Empresas como Richiger (Sunchales) y Ombú (Las Parejas), que exportan equipos más chicos y no tan costosos, no acusan un impacto importante en relación a esta problemática de financiamiento. "Si bien estamos al tanto de la problemática, en nuestro caso no nos afecta tanto porque la maquinaria que normalmente exportamos a los países de Europa del Este no tiene precios tan altos y nuestros clientes generalmente no necesitan recurrir a los bancos para esas compras", explicó Danilo Gribaudo, director industrial y de Comercio Internacional de Ombú.
Por su parte, Alejandro Bertoldi, de Comercio Exterior de Richiger, también señaló que hasta el momento no han tenido inconvenientes en este sentido: "Seguramente influye que nuestra empresa no suele vender directamente a los productores, sino que lo hace a través de un importador/distribuidor".
Fuente: infoagro
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